
Para 2026 los principales retos del sector carretero en la entidad estarán enfocados en la conclusión de obras estratégicas y la modernización de tramos con alta demanda, además de dar continuidad al programa de mantenimiento conocido como Bachetón, comentó Luis Manuel Pimentel Miranda, director del Centro de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Explicó que actualmente se atienden más de mil 500 kilómetros de carreteras federales en Yucatán, donde se ha avanzado un 80% en trabajos de bacheo, deshierbe y limpieza, con el objetivo de cerrar el año con la red en mejores condiciones.
“Estamos concluyendo el programa Bachetón y preparando el presupuesto del próximo año. A finales del 2025 o inicios del 2026 esperamos recibir un tren de pavimentación que nos permitirá complementar las labores de mantenimiento con nuevas tecnologías”, señaló.
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El funcionario indicó que entre las obras prioritarias para 2026 se encuentra pendiente el distribuidor vial de Conkal, obra considerada desde 2019, por el alto índice de accidentes en la zona y cuyo presupuesto de construcción asciende a 130 millones de pesos.
“Mientras tanto se han instalado reductores de velocidad, además se han reforzado operativos con la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública”, agregó el funcionario.
En cuanto a la infraestructura carretera, el funcionario señaló que entre las obras pendientes se encuentra la conclusión de 24 kilómetros de la carretera Mérida-Chetumal, así como el proyecto de ampliación de acotamientos de la carretera a Celestún, cuya obra demandará gran presupuesto y se realizará en etapas.
Comentó que además se trabaja en la reactivación de permisos para el arranque de la carretera Tizimín–Río Lagartos.“Ya enviamos a la Ciudad de México la cartera de proyectos. Hemos pedido que se priorice el distribuidor de Conkal, la modernización de la Mérida–Chetumal y la ampliación a Celestún. Esperamos que en 2026 tengamos los recursos para atenderlos”, subrayó.
Este año, la SICT ejerce poco menos de 200 millones de pesos en Yucatán, principalmente para conservación de la red federal. Pimentel descartó recortes para 2026, por el contrario, confió en que habrá más recursos para la entidad.
Tramos más maltratados Sobre los tramos con mayores afectaciones, indicó que la Mérida-Tizimín es una de las carreteras más complicadas por la temporada de lluvias, donde se han generado “calaveras” (hundimientos) que anteceden a baches. Para atender estos problemas se utiliza mezcla asfáltica en caliente en zonas cercanas a plantas y mezcla en frío en áreas alejadas.
Asimismo, se evalúa la incorporación de tecnologías de pavimento con hule, ya probadas en cinco kilómetros de la Mérida–Cancún, con resultados positivos en resistencia.
Pimentel Miranda adelantó que la SICT ya presentó un proyecto para renovar señalética dañada desde los fenómenos naturales de 2021 y mejorar la infraestructura de seguridad vial. Sobre la posibilidad de incluir señalización ambiental en zonas costeras, indicó que se analizará en coordinación con el gobierno estatal, pues varios de esos tramos son de carácter local.
El funcionario reconoció que, aunque se han hecho esfuerzos para reducir la accidentabilidad con acciones provisionales, la solución de fondo depende de recursos federales para ejecutar proyectos ejecutivos y obras mayores.
“Ya enviamos nuestra carta a Santa, como decimos coloquialmente, esperamos en 2026 avanzar en estos pendientes, que son fundamentales para la conectividad y la seguridad de Yucatán”, concluyó.