A medida que se acerca la última semana de octubre, los yucatecos comienzan a llenar los pasillos de tiendas y mercados en busca del disfraz perfecto para las fiestas de Halloween, festivales escolares o reuniones familiares. Sin embargo, y pese a la influencia de las celebraciones anglosajonas, el Hanal Pixán continúa siendo la tradición más fuerte y significativa para la mayoría de las familias del estado.
En un recorrido de POR ESTO! en el Centro Histórico y el mercado Lucas de Gálvez, comerciantes reportaron un alza en la demanda de disfraces, máscaras, maquillaje y accesorios, aunque los precios varían considerablemente, según el atuendo y los materiales utilizados.
“Ahorita la gente ya está viniendo a preguntar y a apartar disfraces. Tenemos desde 250 pesos los más sencillos, como de calaverita o brujita, hasta mil 200 los más elaborados, como los de superhéroes o personajes de terror”, comentó Margarita Poot, una encargada de un pequeño puesto en el pasillo de artículos de temporada del mercado.
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Los comerciantes coinciden en que la temporada de disfraces comienza a repuntar a mediados de octubre, y alcanzará su punto más alto durante la última semana del mes, cuando escuelas, academias y centros laborales organicen sus festivales de disfraces o concursos de caracterización.
“Las escuelas son las que más piden. Nos encargan disfraces de catrina, vampiros o payasos para los niños, y también muchos de personajes de películas. Este año se ha pedido mucho de Mi Villano Favorito y de La Monja, que están de moda”, dijo Luis Enrique Chan, vendedor de una tienda de disfraces en la calle 65.
Precios aproximados en negocios establecidos
En los negocios establecidos, los precios van desde los 400 hasta los mil 200 pesos, dependiendo de si el disfraz es completo —con capa, peluca y maquillaje— o si se trata de una sola prenda. En tanto, los comercios del mercado ofrecen alternativas más accesibles y también permiten la renta de disfraces, con costos desde los 200 pesos por día.
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Pese al auge del Halloween, en la mayoría de los hogares yucatecos la principal celebración de finales de octubre y principios de noviembre sigue siendo el Hanal Pixán, la tradicional “comida de las ánimas”, con la que las familias recuerdan a sus seres queridos.
“Nosotros sí compramos disfraces para los niños, porque en la escuela hacen su fiesta, pero lo que más esperamos es el Hanal Pixán. Es cuando se pone el altar y se prepara el mucbilpollo, eso no se pierde”, compartió Rosa María Canché, vecina del fraccionamiento Del Parque, quien acudió al mercado en busca de maquillaje para sus nietos.
