De acuerdo con las autoridades de salud, en Yucatán los casos de violencia intrafamiliar suman en total 460, según el conteo oficial de la semana pasada; sin embargo, especialistas advierten que estos números -al igual que los accidentes de tránsito- podrían aumentar por la ingesta excesiva de bebidas embriagantes, las reuniones sociales y otros factores psicológicos que influyen para que en estas fechas algunas familias no vivan unas fiestas tranquilas.
Luciana Magaña Nah, terapeuta familiar, dijo que es importante evitar bebidas alcohólicas en la cena, sobre todo si algún integrante de la familia tiene problemas de ira, de adicciones u otros de cualquier índole.
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Además, la especialista señaló que no hay que tratar de imitar modelos casi inexistentes de familia o de festejos, que al final pueden causar frustración y llevar a una discusión que termine en violencia.
La especialista agregó que las próximas fiestas no para todos son motivo de alegría y felicidad, para muchos, Navidad y Año Nuevo son un tormento en su mente de situaciones pasadas, donde quizá la precariedad, la violencia y el maltrato estaban incluidos en el menú, por eso es que muchas personas, sobre todo los varones, repiten patrones negativos, que tienen presentes porque les causaron mucho daño.
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“Estas fiestas son propicias para recuerdos malos. Sobre todo para los hombres que, en su infancia o adolescencia, vivieron la noche de Navidad viendo cómo su madre sufría maltrato a manos de su padre. Por la cultura machista que aún persiste en estos días, pocos son los hombres que buscan ayuda, de hecho, el 90% no sale de ese círculo violento con el que fue criado y lo repite con su pareja y a sus hijos”, aseguró.
