En la calle 51-A por 32 y 30 del Fraccionamiento Juan Pablo II de Mérida, la Navidad no sólo ilumina las noches, también contagia el ánimo y la unión entre vecinos. Lo que comenzó como un gesto sencillo hace siete años, hoy se ha convertido en una de las decoraciones navideñas más llamativas de la zona, conocida ahora como “la cuadra navideña”.
Todo inició con la iniciativa de una vecina, y poco a poco más familias se fueron sumando. “El contagio navideño”, así lo describe Yazmín Castillo, quien junto a su familia es una de las principales impulsoras de esta tradición.
“Mi cuñada empezó a adornar desde hace muchos años, y desde ahí nos animamos. Después se unió otro vecino y así, poco a poco. Nos da mucho gusto porque vemos que cada año más vecinos se integran”, dijo con orgullo.
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Lo que al principio eran adornos sencillos, se transformó –desde hace dos años– en verdaderas escena con temáticas especiales. “Un año fue de jengibre, este nos animamos con El Grinch. La verdad, estamos muy contentos, nunca esperamos esta respuesta de la gente, vienen de todos lados, y ver a los niños felices nos emociona muchísimo”, comentó Yazmín.
Aunque cada vecino decora su propia fachada, el esfuerzo requiere más que dinero. “Se necesita tiempo, paciencia, inteligencia, y sí, también dinero”, explicó. La decoración completa les lleva entre 8 y 12 días, tiempo en el que pintan, adaptan figuras, cambian trajes y cuidan cada detalle para mantener la esencia del personaje verde más famoso de la Navidad.
A pesar del gasto que implica, la familia planea mantener viva la tradición mientras la salud y el trabajo lo permitan. “Es un lujito que nos damos cada año, pero vale la pena”, afirma.
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Como cada temporada, las puertas están abiertas para todos los visitantes. La iluminación se mantiene del 30 de noviembre al 6 de enero; se enciende diariamente de seis de la tarde a una de la madrugada. Además, el personaje del Grinch aparece todas las noches a las 7 pm para convivir con los niños, tomarse fotos y regalar momentos inolvidables. Todo gratuito.
“Están todos invitados”, expuso Yazmín, mientras observa cómo la magia navideña vuelve a florecer en su cuadra, donde cada luz es también un símbolo de unión y alegría comunitaria.