
El turismo comunitario no sólo diversifica la oferta del estado, genera derrama económica directa en las localidades. De acuerdo con datos de Sefotur, un turista promedio gasta entre 3 mil 500 y 3 mil 700 pesos por día en Yucatán. Este gasto puede aumentar en proyectos comunitarios por el tiempo de estadía y el consumo de productos y servicios locales, comentó Raúl Paz Noriega, subsecretario de Desarrollo Turístico Sustentable de Sefotur.
“Aquí no hablamos sólo de hoteles o agencias, sino de la señora que cocina en su casa, del joven que guía el recorrido, del artesano que vende sus productos. Todo el ingreso se queda en la comunidad”, subrayó el subsecretario.
El funcionario informó que esta semana se reinstaló el Subcomité Técnico del Observatorio Turístico, lo que marca el relanzamiento formal de esta herramienta clave de monitoreo y planeación turística. El observatorio es uno de los cuatro en todo México que forman parte de la Red Insto, de la Organización Mundial del Turismo (ahora ONU Turismo).
“El observatorio nos permite dar seguimiento puntual a los indicadores del turismo sustentable en el estado. Pero, además, por instrucciones del secretario Darío Flota y del Gobernador, estamos concentrando esfuerzos en detonar proyectos de turismo comunitario con base en el potencial real que tienen nuestras comisarías”, explicó Paz Noriega.
Como parte de esta agenda, Yucatán participará esta semana en la Cumbre Internacional del Turismo Sustentable en San José, Costa Rica. El objetivo es intercambiar experiencias con otros países, conocer el modelo costarricense de turismo comunitario e internacionalizar las buenas prácticas que ya se están implementando en el estado.

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“Queremos mostrar que en Yucatán ya hay comunidades que están listas para recibir al turismo de manera sustentable. Lugares como Majas, en la comisaría de Tixcacalcupul, o Ek Balam, en Temozón, han demostrado un nivel de organización y oferta que pueden competir internacionalmente”, aseguró.
En estas comunidades, los propios habitantes desarrollan productos turísticos basados en su identidad maya, sus tradiciones, su gastronomía y su entorno natural. En el caso de Majas, anteriormente conocido como “Aldea Majas”, los visitantes pueden convivir con artesanos locales, participar en talleres y explorar la vida cotidiana de una comunidad maya auténtica.
Paz Noriega destacó que hay múltiples comisarías cercanas a Mérida, así como comunidades en regiones como Tekax, Valladolid y el centro del estado, que cuentan con el perfil necesario para integrarse a un circuito de turismo comunitario.