De la Redacción
CHETUMAL, 4 de octubre.- Un expolicía municipal, y actual escolta del diputado Carlos Mario Villanueva Tenorio, trató de agredir al reportero de esta casa editorial, Ricardo Jesús Rivas, reclamándole la publicación de un robo del que fue señalado en años anteriores. El alterado guarura intentó escudarse en el cargo de su jefe para no ser detenido; sin embargo, al final un juez calificador ordenó su detención.
Aproximadamente a las 11:30 de la mañana, Rodolfo Solís Campechano, excomandante de vigilancia de la Policía Municipal de Othón P. Blanco, al inicio del año 2014, amagó al reportero del POR ESTO!, retándolo desde la acera peatonal; mientras el informador se encontraba dentro de un laboratorio clínico, ubicado en las avenidas Belice entre Venustiano Carranza y Primo de Verdad.
Lo anterior, cuando el alterado expolicía caminaba sobre la acera peatonal en la avenida antes mencionada, pero notó que el reportero se encontraba en la sala de espera del laboratorio, en compañía de su familia, por lo que decidió cruzar la calle y confrontar al trabajador del diario POR ESTO!.
El ahora chofer y escolta del diputado Carlos Mario Villanueva, sujetaba firmemente una “mariconera” que llevaba en el pecho, la cual simulaba contener un arma de fuego, al momento que dijo “qué me ves” y simultáneamente cerrando sus puños y endureció la cara.
Tal acción causó temor entre los empleados y personas que se encontraban en el sitio, los cuales se replegaron hasta el fondo del establecimiento, pues desconocían las intenciones del agresivo escolta, mismas que pensaron que sacaría una pistola.
Al no recibir respuesta de su agresión, el excomandante de vigilancia continuó caminando hacia la calle Primo de Verdad y se introdujo en un predio.
Ese momento fue aprovechado por el reportero para solicitar la presencia de las autoridades; sin embargo, cuando Jesús Rivas se encontraba en la llamada, Rodolfo Solís Campechano regresó para reincidir con la agresión, caminando a paso veloz y con la mirada fija hacia el comunicador, pero nuevamente no fue tomado en cuenta, por lo que con su codo izquierdo empujó levemente el afectado mientras pasaba junto a él.
Por fortuna, una patrulla de la Policía de Tránsito del Estado pasaba por el sitio, y al ver las señas del reportero detuvo su marcha. Tras entrevistarse con el agraviado, la elemento de tránsito solicitó apoyo a su central.
Al percatarse de lo que sucedía, el expolicía municipal regresó y trató de abordar rápidamente a la oficial, quien le pidió que le mostrara el interior de la mariconera para asegurarse que no traía ningún arma de fuego, resultando negativa la búsqueda.
Instantes después, más elementos policiales arribaron al lugar, a los cuales, Rodolfo Solís Campechano intentaba engañar diciendo que nunca confrontó al reportero, siendo que posteriormente trató de ganar el apoyo de sus excompañeros, mismos que se mantuvieron sin cambio en su actitud de mediación, y a solicitud del trabajador de esta casa editorial, lo presentaron ante un juez calificador, quien tras dialogar con los involucrados, determinó dejar detenido al excomandante de vigilancia de la Policía Municipal.
Debido a la agresividad que presentaba el escolta de Carlos Mario Villanueva Tenorio, los involucrados fueron trasladados en patrullas distintas con el fin de evitar más agresiones hacia el afectado.
Cabe mencionar que Rodolfo Solís Campechano hizo mención al juez calificador, que su actitud se debió a una nota informativa del mes de febrero del año 2014, cuando fue señalado por ciudadanos de un robo. De la misma forma, dijo ser chofer del diputado Carlos Mario Villanueva Tenorio, con el fin de obtener algún beneficio para no ser detenido.
En todo momento, Solís Campechano intentó convencer al juez calificador que obligara al comunicador a no publicar nada de lo que estaba sucediendo, por lo que el licenciado le indicó que no tenía esa facultad y la información es un derecho de todo ciudadano, por lo que podía ser publicado.
De la misma forma, faltando a la verdad, el excomandante aseguró al juez que en varias ocasiones se había topado al reportero en diferentes lugares, donde supuestamente se quedaban viendo fijamente, siendo que desde su salida de la corporación, el agente nunca fue visto por Ricardo Jesús Rivas hasta este jueves.
Por lo que todo queda claro de que el motivo de la actitud agresiva del escolta del diputado Carlos Mario Villanueva Tenorio tiene su origen en la labor periodística del reportero Ricardo Jesús Rivas.
Y el caso al que está referido al 9 de febrero del año 2014, cuando se publicó que Rodolfo Solís Campechano, en ese entonces comandante de vigilancia de la Policía Municipal Preventiva (PMP), fue suspendido por el Consejo de Honor y Justicia, tras ser acusado de robo de una alhaja cuando detuvo a un menor de edad en las inmediaciones de la colonia Payo Obispo.
Datos recabados con fuentes dignas de crédito, señalaron que el pasado 26 de enero de ese año, una llamada alertó a los elementos de esa corporación sobre dos sujetos que supuestamente estaban en estado de ebriedad en el cruce de la avenida 4 de Marzo con calle Chablé, por lo que una unidad de esa corporación fue enviada para brindar el apoyo a la ciudadanía.
Al llegar, los uniformados notaron que dos sujetos intentaban darse a la fuga; sin embargo, fueron aprehendidos y dijeron llamarse Rigoberto Dziau Cárdenas, de 31 años de edad, y el menor de iniciales J.N.M.P., de 17 años de edad.
Fue en ese momento cuando el comandante Rodolfo Solís Campechano llegó a bordo de la patrulla con número 0016, y aprovechó su autoridad como comandante de vigilancia para arrebatarle al menor una soguilla de oro que traía en el cuello, lo anterior jactándose de ser muy influyente y de que no le harían nada sus superiores.
Afortunadamente, el menor fue apoyado por sus familiares y denunciaron al policía, por lo que fue sometido su caso al Consejo de Honor y Justicia, lo que ocasionó que fuera suspendido durante 15 días sin goce de sueldo; además de que sería reubicado de su área de trabajo, y si reincidía en este tipo de conductas delictivas, sería cesado definitivamente.