De la Redacción
Continúan los asaltos con lujo de violencia a cuentahabientes, al menos uno de estos delitos es cometido al día, y pareciera que los delincuentes trabajan en complicidad con personal de las sucursales bancarias, quienes le ponen “el dedo” a las víctimas, mismas que minutos después de realizar retiros en efectivo, son interceptados por hombres armados; la tarde de ayer le tocó a un elemento activo de la Marina, el cual fue despojado de más de 200 mil pesos al transitar sobre la avenida Bonampak, los responsables viajaban a bordo de un vehículo Seat de color rojo, con vidrios polarizados, quienes escaparon del lugar.
Poco antes de las 17:00 horas a través del número de emergencias 911, fue reportada una persona lesionada al parecer por arma de fuego, misma que se encontraba sobre la avenida Bonampak esquina con calle Nube, de la Supermanzana 4, al llegar al lugar se encontraba el elemento activo de la Marina identificado como Nicolás S. G, de 52 años de edad, quien presentaba una herida en la cabeza producida por los golpes que minutos antes había recibido con la cacha de un arma de fuego.
El hombre le comentó a los policías estatales que atendieron el auxilio, que él había salido de una sucursal bancaria de donde había hecho un retiro en efectivo de 260 mil pesos, mismos que le fueron despojados con lujo de violencia por tres hombres, los cuales bajaron de un auto de la marca Seat, de color rojo, con vidrios polarizados, cuyo conductor le cerró el paso para que detuviera su marcha en cuestión de minutos si no es que segundos, los tres hombres portando armas de fuego se abalanzaron sobre el marino y su acompañante, siendo el uniformado golpeado con la cacha de una pistola para que les diera el dinero en efectivo, posteriormente regresaron al vehículo y se retiraron a toda velocidad del lugar.
Minutos después el efectivo de la Marina, quien fue exhortado a poner su denuncia correspondiente, se dirigió por sus propios medios hasta las instalaciones de la Cruz Roja, donde fue atendido debido a la lesión en la cabeza; cabe señalar que el rápido actuar de los delincuentes impidió que el marino pudiera defenderse a pesar de que portaba su arma de cargo.