Un indigente falleció a un costado de la Cancha de Usos Múltiples de la colonia Serapio Rendón, en la calle 48 con 123; llamó la atención que parte de la espalda y la cabeza del cadáver estaban cubiertos con una playera y presentaba huellas de violencia.
Una vecina de la colonia, alrededor de las 11:00 de la mañana, fue de compras a la tienda de la esquina en compañía de su suegra y cuando pasaron frente a la cancha les llamó la atención la posición en que se encontraba un sujeto, que aparentemente estaba dormido.
El individuo tenía encima una playera de color azul, que le tapaba parte de la espalda y la cabeza; intrigadas por lo visto, se acercaron al sujeto y trataron de despertarlo, pero como no respondía lo tocaron con la punta de una sombrilla y se percataron que estaba rígido, comentaron entre ellas que estaba muerto y dieron aviso a la policía, a través del número de emergencia 911.
Vecinos del rumbo relataron que el extinto siempre recorría calles de la zona, para pedir limosna y recoger envases de plástico; aparentemente era un bebedor consuetudinario.
Poco después llegó al sitio la patrulla 6339 y la ambulancia Y-15 de la Secretaría de Seguridad Pública, los paramédicos movieron la playera y a simple vista confirmaron que el sujeto no tenía signos vitales y se retiraron; ante el descubrimiento los uniformados acordonaron el sitio con una cinta amarilla y solicitaron la presencia de las autoridades competentes.
Una hora y media después arribó la representante del Ministerio Publico, mientras tanto en el lugar se reunieron una cantidad considerable de amas de casa que intercambiaban cometarios para tratar de identificar al sujeto, pero como tenía el rostro pegado al suelo no lograron determinar la identidad del individuo y poco a poco se fueron retirando para continuar con sus labores domésticas.
Cuando arribó la representante del Ministerio Publico, lo primero que hizo fue ordenarle a los uniformados que ampliaran el área acordonada, ignoraba que debido la tardanza de su presencia habían pasado las amas de casa.
Unos 30 minutos después arribaron los peritos de Servicios Periciales, coincidiendo con la hora de la salida de los estudiantes de las secundarias cercanas, y al otro lado de la calle se reunió una cantidad sorprendente de adolescentes interesados en presenciar el trabajo de los peritos.
Nuevamente intervino la representante del Ministerio Público instando a los uniformados a que retiraran a los muchachos con el argumento que los podían atropellar, pero como los estudiantes estaban sobre la acera del otro lado de la calle hicieron caso omiso a la indicación.
Finalmente llegaron los agentes de la Policía Estatal de Investigación y el personal del Servicio Médico Forense; los últimos se encargaron del levantamiento del cuerpo y se pudo observar que tenía huellas de golpes en el rostro, la mandíbula desviada y sangre en una oreja y en la playera; aparentemente lo estropearon en otro lugar y luego lo llevaron hasta el sitio, donde fue encontrado y lo taparon con la playera para simular que estaba dormido.
De haber llegado solo no había una explicación de cómo se tapó la espalda y la cabeza con la playera, es competencia de los representantes de la autoridad establecer las causas de la muerte y determinar si fue un homicidio y/o cómo llegó a dicho lugar.
(Fernando Poó / Darvin Canché)