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Yucatán / Sucesos

Temen por sus vidas

CIUDAD DEL CARMEN, Cam., 5 de mayo.- Luego de que el pasado jueves cuatro vigilantes de la Universidad Autónoma del Carmen, Campus 3, fueron atacados por un grupo armado y el pasado sábado recibieran de nueva cuenta las amenazas por parte de los delincuentes, quienes llegaron hasta las instalaciones universitarias para realizar detonaciones de arma de fuego, los afectados temen por su vida al carecer de protección por parte de las autoridades de la máxima casa de estudios.

Como se recordará, el primer hecho se registró la madrugada del pasado jueves cerca de las 4:30 horas, cuando cuatro sujetos a bordo de un automóvil arribaron a las instalaciones del Campus 3, ubicadas en el fraccionamiento Mundo Maya, donde con arma de fuego intentaron someter a los vigilantes para llevarse un cajero automático localizado en la Facultad de Ciencias de la Salud.

Sin embargo en ese momento el robo fue frustrado por los valientes vigilantes, quienes se enfrentaron a los delincuentes a pesar de arriesgar su vida y ser brutalmente golpeados por los mismos.

Cerca de las 18:30 horas del sábado, tres sujetos a bordo de un automóvil Nissan Sentra color blanco, placas del Estado, llegaron de nuevo a las instalaciones del Campus 3.

Desde el vehículo los sujetos comenzaron a gritar consignas en contra de los vigilantes y antes de retirarse presuntamente realizaron al menos 3 detonaciones de arma de fuego en contra de los trabajadores de la máxima casa de estudios, quienes no resultaron lesionados.

Sin embargo ante esta situación los vigilantes temen por su vida, pues las autoridades de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar) tratan de esconder la situación al negar los hechos ante la comunidad estudiantil y autoridades correspondientes para tratar de evitar un escándalo.

Al estar amenazados por la delincuencia, los vigilantes piden a las autoridades que mantengan un cerco de seguridad en las instalaciones de la universidad para evitar que dichos sujetos regresen y cometan su objetivo, que es dañar la integridad de los guardias de seguridad.

(Ricardo Jiménez)

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