El psiquiatra Pablo N, quien fue acusado de asesinar a su colega Felipe de Jesús N, tuvo que ser liberado por un juicio de amparo a su favor y no volverá a prisión “porque ya es asunto juzgado”.
Lo anterior lo afirmó el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Yucatán, Ricardo Avila Heredia, quien además sostuvo que tuvieron que obedecer la orden del Tribunal de Cholula, “porque de no hacerlo nos destituyen”.
En una entrevista que concedió a varios medios de comunicación luego del homenaje por el natalicio de Emiliano Zapata Salazar, dijo que no habría manera de interponer algún otro recurso jurídico en contra de dicho psiquiatra para que vuelva a prisión, “ya que esto es una cosa juzgada, no se puede juzgar dos veces a una persona por el mismo delito”.
Dijo que les llegó una notificación del Tribunal Colegiado Auxiliar de Cholula, Puebla, para que liberaran a dicho sujeto de forma inmediata, por lo que horas después abandonó el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida.
Comentó que fue absuelto por obtener un amparo, pero hasta el momento los magistrados federales no han informado las razones de su decisión. “Calculo que la resolución llegará en 10 ó 15 días, en la que explicarán las razones, ahora sólo fue la orden de liberarlo y tuvimos que cumplirlo de inmediato”, explicó.
Dos situaciones
Avila Heredia especuló que analizaron dos situaciones: la constitucionalidad respecto al hecho o la responsabilidad de la persona. Pero –recalcó– sería teorizar si la Fiscalía General del Estado cometió alguna irregularidad en la detención de García Gutiérrez o durante la investigación del caso.
Como se sabe, Felipe de Jesús fue brutalmente asesinado en septiembre del 2014 y su cuerpo fue desmembrado. Los restos aparecieron en cajas escondidas en la cajuela de su propia camioneta en el estacionamiento de un supermercado en el Poniente de la ciudad.
Las investigaciones de la Fiscalía arrojaron que presuntamente los psiquiatras Pablo N y Enrique N fueron los responsables de cometer el crimen. El primero había sido sentenciado a 35 años de prisión y el otro fue liberado en agosto del 2016, porque supuestamente no se pudo comprobar su participación en el homicidio.
Con información de Rafael Gómez Chi