Familiares lo trajeron de Tekax a consultar
Una persona del sexo masculino, de unos 70 años de edad, quien tenía síntomas similares a los causados por el COVID-19, falleció dentro del automóvil en el que sus familiares lo trasladaban a la Clínica-59 del Seguro Social.
El cadáver fue levantado por personal de una funeraria que cuenta con las medidas de seguridad necesarias para evitar el contagio. El auto, un Nissan Sentra, matrícula YWH-322-B, estaba aparcado en el estacionamiento de la institución, ubicado en la calle 16 entre 55 y 57 del fraccionamiento del Parque.
Médicos y enfermeras adscritos a dicha clínica salieron para atender al derechohabiente, originario de Tekax, quien estaba recostado en el asiento trasero del vehículo, pero desgraciadamente ya había fallecido.
Familiares del difunto indicaron a los médicos que el fallecido aparentemente padecía de gripa, tenía tos y calentura, síntomas similares a los del coronavirus, además de obesidad e hipertensión; sin embargo, por el momento no se tiene la certeza de que se trate de la pandemia.
Al ahora occiso lo trajeron enfermo desde Tekax, pero al llegar ya había fallecido, de modo que por protocolo no lo aceptaron, pero luego médicos especialistas descartaron el COVID-19 y un médico particular extendió un certificado de defunción.
Posteriormente personal de una funeraria realizó el levantamiento del cuerpo para llevarlo al crematorio y luego las cenizas sean entregadas a sus familiares.
Durante el tiempo que permaneció el muerto en el auto los vehículos seguían llegando al estacionamiento y fue hasta que la Policía arribó al sitio y acordonó el área con cinta que los otros automotores que estaban allí fueron retirados.
El área fue acordonada con una cinta amarilla por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública y acudió el personal del Servicio Médico Forense, pero por tratarse de una muerte patológica no levantaron el cadáver.
Posteriormente arribó una carroza de una funeraria, cuyo personal cuenta con las medidas y los equipos de seguridad necesarios para levantar los cuerpos de las personas víctimas de la pandemia.
Las dos personas que se encargaron del levantamiento del cuerpo se equiparon con un overol de tela sintética color azul que se colocaron sobre la ropa y encima otro de neopreno que les cubría de los pies a la cabeza, guantes y botas de hule que sellaron al segundo overol con una cinta plástica, obviamente portaban cubrebocas y caretas; sobre el segundo overol se colocaron una bata también de neopreno que cerraba por la parte de atrás.
Los trabajadores, una vez equipados y sin ninguna parte del cuerpo que tuviera contacto con el aire, procedieron al levantamiento del cuerpo, entraron al auto para primero meter el tórax dentro de una bolsa de color negro que arrastraron sobre el asiento del auto y luego colocaron sobre una camilla para finalmente introducir las extremidades.
Cerraron la bolsa, la subieron a la carroza y procedieron a retirase y enfilaron rumbo a Tekax. El Ayuntamiento de dicho municipio autorizó el traslado.
(Fernando Poó Hurtado/ (Luis Tamayo Mendicuti)