
Personal de Protección Civil Municipal y de la Dirección de Servicios Públicos Municipales delimitó con cinta restrictiva un predio abandonado, ubicado a escasos metros del corazón de la ciudad de Tizimín y cerca de un jardín de niños, luego de que vecinos de rumbo reportaran que de ahí emanaban hedores insoportables.
En atención a esta denuncia ciudadana, y a conciencia de que resulta riesgosa esta situación que pone en riesgo la salud de quienes habitan y pasan cerca de la zona, el personal mencionado acudió a dicho terreno baldío ubicado en la calle 42 con 59.
Al realizar la inspección correspondiente constataron que en el interior del predio se encontraba el cuerpo de un perro en avanzado estado de descomposición, el cual era el origen de los hedores reportados.
Los elementos de la Dirección Municipal de Protección Civil, después de realizar las labores de supervisión, colocaron cintas de delimitación para evitar el acceso al interior del inmueble, a fin de prevenir riesgos a la salud y garantizar la seguridad de quienes transitan por la zona.
Durante estas acciones, vecinos del lugar señalaron que en dicho terreno en el abandono se han encontrado de manera frecuente restos de otros animales y desechos similares, lo que ha generado inquietud entre la comunidad, pues presumen que se realizan prácticas inusuales dentro o en las inmediaciones del terreno.
Los funcionarios añadieron que se encargarán de localizar al propietario para pedirle que mantenga debidamente cerrado y limpio el inmueble, ya que en los alrededores transitan menores y padres de familia que acuden diariamente al preescolar Tierra y Libertad.
Aprovecharon para invitar a la ciudadanía a brindar información sobre el paradero del propietario, con el objetivo de localizarlo más rápidamente y realizarle el exhorto formal, la notificación respectiva, y así evitar que el lugar continúe representando un foco de contaminación o inseguridad para los habitantes.
Ciudadanos como Pilar Ku y Matilde Ciau comentaron que en este predio personas sin escrúpulos ni conciencia ambiental depositan sus desechos, sobre todo consistentes en recipientes vacíos, destapados, llantas y latas, que se convierten en nidos de mosquitos que por las noches emergen y resultan muy molestos y peligrosos, pues podrían transmitir enfermedades, por lo que confían en que pronto se localice al propietario.