Indignación causó en Espita el presunto uso desmedido de fuerza por parte de la Policía Municipal, ya que entre seis agentes detuvieron a un joven de 16 años de edad, que aparentemente no presentaba riesgo.
Según las versiones, el menor fue obligado a descender de su motocicleta mediante maniobras bruscas que generaron preocupación entre quienes se encontraban en la zona. Los observadores aseguraron que la cantidad de policías involucrados y la forma en que lo sometieron resultaban desproporcionadas, ya que no se apreciaba un riesgo evidente que justificara tal actuación.
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Ante la polémica, personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán recordó que las corporaciones de seguridad deben conducirse bajo los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y racionalidad, establecidos en la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza. En el caso de personas menores de edad, enfatizaron, la fuerza aplicada debe ser la mínima indispensable.
El incidente, ocurrido frente al Palacio Municipal, provocó molestia entre los habitantes, que consideraron que la escena proyecta una imagen de abuso de autoridad o falta de capacitación policial.
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Vecinos que presenciaron los hechos solicitaron a las autoridades municipales aclarar si los oficiales actuaron conforme a los procedimientos y, de no ser así, aplicar las sanciones pertinentes, además de reforzar la capacitación en manejo de menores y uso proporcional de la fuerza.
