Campeche

Escultura genera polémica

CAMPECHE, Cam., 20 de octubre.- De acuerdo con la percepción de los campechanos, el monumento que recientemente fue colocado en el Malecón de Campeche, lejos de ser una auténtica alegoría al mundo maya y al encuentro de dos culturas, lo que representa es el anhelo de un discapacitado político que quiso “Crecer en grande”.

La efigie colocada en el Malecón de la ciudad ha generado una avalancha de comentarios en las denominadas redes sociales, pero llama la atención el hecho de que la mayoría de los campechanos, pueblo que desciende de la cultura maya, no encuentran afinidad con el conjunto escultórico.

Hoy, cuando el Estado de Campeche se encuentra sumergido en una de las más agudas crisis económicas de la historia, se le ocurrió al gobierno de Alejandro Moreno Cárdenas la ejecución de una serie de obras suntuarias que, de acuerdo con el ególatra gobernante, serán coronados con un monumento que simbolizará la grandeza de su legado.

Sin embargo, lo que los campechanos actualmente perciben es que, en medio de obras a medio construir, se ha erigido la escultura de un hombre alado de estilizados rasgos mayas, que lleva un niño en brazos y al que le fue colocado un orbe a sus pies.

Inquietante resulta para el observador el asunto de las enormes alas colocadas a la efigie del hombre, un elemento que en la mayoría de los conjuntos escultóricos representa a la victoria o a la libertad, le da un aspecto un tanto tétrico a la efigie principal. El detalle ha llamado mucho la atención de la gente, puesto que es un elemento poco vinculado con la cultura maya.

El niño de rasgos mestizos que, posiblemente representa a los herederos de la casi extinta cultura maya, tiene una mirada divagante, en tanto que su “padre” mira hacia el frente y, brazo extendido, señala algo o alguien con el dedo índice de la mano izquierda.

Salvo curiosidad y desconcierto, el conjunto escultórico no ha despertado mayor interés entre los campechanos, quienes sin embargo ya le endilgaron a la escultura el apodo de “El Papá Luchón”; sin embargo, quienes en estos tiempos se han erigido como los grandes críticos virtuales de la red, no han dudado en señalar que el conjunto escultórico únicamente representa el enorme egocentrismo del actual gobernador, quien pretende ser un gran estadista en un Estado donde lo único que ha crecido en grande es la pobreza.

La escultura es una obra del artista Carlos Marín, quien durante el sexenio pasado realizó varias exhibiciones, algunas de ellas en la calle 59.

La escultura es denominada, “Mundo maya: columna conmemorativa del V Centenario del encuentro de dos mundos”; sin embargo, para la organización indígena, Frente Campesino Emiliano Zapata, que representa Luis Antonio Che Cu, el monumento no le dice nada.

La escultura, dijo, desde el punto de vista del artista es llamativo, pero no representa ni mucho menos el sentimiento de los pueblos indígenas mayas que durante más de 500 años han sufrido el sometimiento español, y hasta ahora siguen mendingando de dependencias en dependencias para conseguir justicia.

El mejor acto para honrar a los indígenas es haciéndoles justicia, no una escultura; es llevarles servicios médicos, educación, apoyo para sus cosechas y seguridad jurídica de sus tierras donde han enfrentado el embate de los terratenientes y caciques familiares de funcionarios.

Para el ex dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Ismael Canul Canul, la celebración por la llegada de la estatua es sólo del gobernador, no del pueblo, porque no representa el símbolo maya, pues de nada sirve colocare a los indígenas en un lugar tan alto cuando en la realidad padecen hambre y miseria.

“No representa un símbolo maya, más bien es una estatua semejante a la época romana”, es una adulación a la persona del gobernante, que a capricho y gusto personal gasta en esculturas.

Para el perredista, “se juega con la inteligencia de los campechanos”, y consideró que debió someterse al concurso dicha estatua y elegir al que realmente rinda homenaje a la estirpe maya. La actual es cultura del “hombre alado”, está lejos de unir y homenajear a la clase indígena.

Canul Canul agregó que no existe una buena percepción de la llegada de los españoles a América, los indígenas mayas no celebran los miles de muertos ni el trabajo forzado en las haciendas, debieron incrustarle otras características que refleje el centro de dos mundos.

(Redacción POR ESTO!)