
Vecinos cercanos a la primaria “Jaime Nunó” acusaron que, pese a existir un cartel que prohíbe tirar basura en la zona, incluso el personal de limpieza de la escuela deposita desechos en el sitio, lo que agrava el problema.
Durante un recorrido por el lugar se pudo constatar que la basura se acumula de manera constante en el área aledaña a la escuela. Bolsas negras, restos de comida, cartones y botellas de cerveza se amontonan a simple vista, generando un foco de contaminación que preocupa a los habitantes.
Lo más grave es que el mismo personal de la escuela saca las bolsas y las coloca en el punto donde claramente un cartel advierte que está prohibido hacerlo.
Vecinos señalaron que, además del personal de la escuela, personas ajenas aprovechan la situación para arrojar desechos.
En las noches, algunos carros llegan a descargar basura en el lugar, lo que empeora la acumulación y provoca que cada día el sitio amanezca lleno de desperdicios. Esto ha hecho que el espacio que se encuentra entre la escuela y la vía pública, se convierta prácticamente en un tiradero clandestino.
El problema no sólo afecta la imagen de la zona, también genera riesgos para la salud. Los montones de basura atraen moscas, cucarachas y roedores, lo que podría derivar en enfermedades, especialmente entre los niños que diariamente acuden a clases en la primaria.

Padres de familia expresaron su preocupación por esta situación, pues temen que el regreso escolar se dé en un ambiente insalubre.
Otro aspecto que mencionaron los vecinos es el mal olor que se desprende de los desechos, en particular de los residuos de comida en descomposición.
A esto se suma la presencia de muebles viejos, electrodomésticos inservibles como refrigeradores y hasta colchones, que han sido abandonados en el mismo sitio, lo que convierte la zona en un basurero a cielo abierto.

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Los habitantes solicitaron la intervención de las autoridades de Servicios Públicos para limpiar el área, además de aplicar medidas que eviten que la acumulación de basura continúe.
Los habitantes de la Supermanzana 89 insisten en que la situación requiere una solución inmediata, no sólo por la contaminación y el mal aspecto, sino también porque representa un riesgo directo para los estudiantes.
Piden que se atienda el problema antes del regreso a clases, ya que temen que los niños se expongan a enfermedades al convivir diariamente cerca de un foco de infección.