El presidente de la Unión Regional de Pescadores Ribereños y Acuacultores “Lomas de Román”, Leonardo Hernández Domínguez, dio a conocer que en altamar existe mucha inseguridad para los pescadores de la Península de Atasta; pues aparte de los piratas modernos, se suma el acoso por parte del personal de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) que ven a los pescadores como delincuentes al estar haciendo su travesía por la zona de plataformas, con dirección de Cayo Arcas, para no desviarse a unas 20 millas que les ocasiona gastos en gasolina; y debido al acoso del cual son objeto por la Marina, piden la intervención de los legisladores federales, diputados y senadores, para que tengan el acceso libre para navegar por esa área.
“La seguridad en las plataformas fue implementada desde el pasado 11 de septiembre del 2001, cuando los Estados Unidos tuvo el atentado, mediante dos aviones derribaron las torres gemelas; a los gringos ya se les olvidó eso y nosotros los pescadores ribereños de Carmen seguimos sufriendo por eso, de modo que solicitamos a los diputados federales, los senadores y los diputados locales, propongan en los congresos la solución a este problema que beneficiaría mucho al sector pesquero”.
Dijo que los de la Armada de México hacen una revisión de las lanchas y desconocen el porqué de que las lanchas ribereñas llevan matrículas, algunos pescadores cargan sus tarjetones, otros no, porque la gente de la zona rural en ocasiones tienen y en otras no, y se les complica hacer los trámites en Carmen, por eso algunos pescadores ribereños de la Península de Atasta carecen del tarjetón, y por eso los regresan y no les permiten salir a pescar.
“No lo justifico eso, porque creo que es importante que tengamos esos documentos, pero donde no coincido es que los detengan y los lleven a Ciudad del Carmen, a la Capitanía de Puerto, pues les hacen gastar su gasolina para hacerles una recomendación mediante un acta, cuando los de la Marina deben hacer como los federales de caminos, levantar la infracción para que acudan a las oficinas a pagar, pero los de la Marina hacen que los pescadores vayan navegando hasta Carmen gastándose la gasolina y luego allí les elaboran unos actas y esto les causa problemas a los pescadores”, mencionó.
Sin solución
Hernández Domínguez señaló que han hablado con el Capitán de Puerto, y le ha dicho que es por la seguridad en las plataformas, y eso lo implementaron desde el pasado 11 de septiembre del 2001, cuando fueron derribadas las Torres Gemelas en los Estados Unidos. Esto aún sigue afectando a los pescadores ribereños, pues consideran que no son un peligro para las plataformas, ya que son los más interesados en que no haya derrame, que todo se encuentra bien, porque son sus áreas de pesca y siente que no es justo que les hagan eso, porque los hombres del mar sólo se dedican a la pesca.
“A los bandidos y a los que están desmantelando las plataformas no les hacen nada, porque las lanchas que entran para desmantelar las plataformas se identifican rápidamente, y creo que la Marina tiene equipos sofisticados para detectar las embarcaciones de los delincuentes; pues los pescadores sólo llevan sus neveras, su agua, su cuchillo, sus anzuelos, y van entre cuatro a cinco compañeros a pescar, y las lanchas no van rápidas, entonces es fácil detectar una embarcación ribereña y otra que anda haciendo actos ilícitos”.
Dijo que por el solo hecho de cruzar por la zona de plataformas marinas, porque se van hasta Cayo Arcas a pescar, para la Marina ya es un delito, pero ese es el camino indicado para los pescadores ribereños de Atasta, porque si se desvían son casi 20 millas y gastarían mucha gasolina y se les complica, debido a la situación económica; además, los pescadores ribereños al salir a la pesca llevan documentación que acredita la posición de las embarcaciones y de los motores, pero aun así los regresan, y esto sí les está afectando mucho.
(Texto y foto: Fernando Kantún)