CAMPECHE, Cam., 13 de enero.- Sin energía eléctrica se llevó a cabo la misa del segundo domingo del nuevo año, en el cual se celebró el Bautismo del Señor, donde el Obispo de Campeche, Francisco González González, en compañía del diácono Guillermo Barrera, invitaron a la ciudadanía a reflexionar sobre si realmente quieren recibir el sacramento del Bautismo, y no sólo porque desde pequeños nuestros padres así lo decidieron.
“La fiesta que hoy celebramos, marca el comienzo de la vida pública de Jesús, no sabemos exactamente cuántos años tenía en ese momento; parece ser que Jesús vivió unos cuantos años una vida escondida, sin manifestarse como el Mesías, sin hablar de su misión a los que se acercaban a él, sin diferenciarse en nada de otro judío más de los que vivían en Galilea en su tiempo”, dijo el diácono Guillermo Barrera, quien después de algunos años usó el púlpito.
Dijo que la gran mayoría de los campechanos fueron bautizados de recién nacidos, lo cual no fue fruto de su decisión sino de la de sus padres, por lo que deben reflexionar si en verdad merecen ese sacramento, ya que nunca es tarde para pensar si realmente se quiere asumir aquel bautismo y llevar una vida justa, de respeto a todos.
Indicó que la fiesta del Bautismo de Jesús debe ayudar a recordar el propio bautismo y los compromisos que tomaron sus padres y padrinos al presentarlos en la iglesia, para hacerlos discípulos de Jesús, porque el bautismo los ha liberado de todos los males, que son los pecados, pero con la gracia de Dios debemos cumplir todo lo bueno.
González González manifestó que hoy la sociedad de la abundancia necesita un cambio radical, una conversión y un arrepentimiento de los que la forman, porque son pocos los que la disfrutan y muchísimos los que padecen hambre, enfermedad, analfabetismo y otras dolorosas miserias.
Pese a que no hubo energía eléctrica y la misa culminó antes de lo esperado, González González pidió orar por todo el mundo y sus sacerdotes, además de reflexionar sobre la vida que se lleva y hacia dónde va, pues recordó que Jesús siempre llevó una vida de humildad ayudando al prójimo.