Hasta el 2010, Campeche era el Estado que contaba con la mayor superficie de manglar, la cual fue estimada en alrededor de 197 mil 620 hectáreas, pero hoy la realidad es otra, pues se estima que solamente en la Reserva de la Biósfera de Los Petenes se han perdido más de 10 mil hectáreas, lo que nunca debió de ocurrir, ya que el Gobierno Federal recibió de la Organización de las Naciones Unidas miles de millones de dólares en bonos de carbono, acusó el representante en México de la organización ecologista Mohawk, Alexandro Brown Gantús.
Al exigir la intervención de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp), para que se ponga freno al problema de los basureros clandestinos que existen en la zona de influencia de la reserva ecológica de Los Petenes, el ecologista subrayó que la actual administración federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador debería investigar el destino del dinero que ha recibido México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), por concepto de los servicios ambientales que ofrecen al planeta las amplias superficies de manglares con las que aún cuenta el país.
Se sabe que tan sólo durante el 2017, Naciones Unidas entregó a México 75 mil millones de dólares por concepto de servicios ambientales, por lo que resulta insultante que no se destine dinero suficiente para evitar que año tras año disminuya la superficie de mangle.
Las principales amenazas de los manglares campechanos son: la expansión de las ciudades costeras, las descargas de desechos industriales y aguas residuales, así como el manejo irresponsable de los desechos urbanos, generados por el consumismo desenfrenado del ser humano.
Los recursos entregados al país provienen de los bonos de carbono, que son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente; es uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kyoto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global o efecto invernadero (GEI o gases de efecto invernadero), explicó nuestro entrevistado.
Al retomar el tema de los 9 mil basureros clandestinos que existen en el área urbana y suburbana de la capital campechana, muchos de los cuales están precisamente en el área de influencia de Los Petenes, declaró que los tiraderos de desperdicios ubicados en las inmediaciones del antiguo Rastro Municipal y la ex carretera a Hampolol son una muestra de la negligencia de las autoridades.
Declaró que los referidos basureros solamente son signos y síntomas de una enfermedad mayor que es la inconciencia humana, pues lo que es desechado en los drenes y popales es basura urbana; es decir, los campechanos en general tienen la culpa de la desgracia ecológica que está teniendo lugar a los ojos de todo mundo.
El ecologista aseguró que desde hace varios años, la ONU ha estado haciendo aportaciones millonarias al país, que incluso son equiparables a los ingresos que tiene la industria petrolera nacional, pero absurdamente no se destina dinero suficiente para frenar la devastación de los manglares.
La superficie estimada de manglares en el 2005 fue de 774 mil 090 hectáreas, según estimaciones de diversas instituciones gubernamentales; incluso para el 2015, las instituciones reportaron que se habían recuperado superficies, estimándose la existencia de 775 mil 555 hectáreas, dijo Brown Gantús.
Sin embargo, el ecologista consideró que si se han recuperado superficies de mangle ha sido en otros estados, pues en el registro Ramsar, en el que está inscrito Los Petenes, en el 2004 fueron contabilizadas 284 mil 987 hectáreas, pero se estima que en este momento se cuenta con menos de 180 mil hectáreas.
Nuestros manglares y áreas naturales protegidas costeras están en grave riesgo, pero nadie interviene y el problema no es de dinero, pues como se ha expuesto, el país ha sido beneficiado por los acuerdos de descontaminación medioambiental instituidos desde 1997, pero que entraron en vigor hasta el año 2005. Entonces, se debe esclarecer qué destino se le ha dado a los ingresos que ha tenido el país por concepto de bonos de carbono.
Las han sido millonarias, ya que tan sólo en el 2017, durante la administración de Enrique Peña Nieto, el Estado Mexicano recibió 75 mil millones de dólares, pero sobre dicho tema poco se ha hablado e incluso hay quienes creen que estas aportaciones de la ONU son un mito, pero son realidad, manifestó Brown Gantús.
El entrevistado, quien vive frente a la zona de manglares de Los Petenes, declaró que tan increíble como es la cantidad de dinero que recibe el país únicamente por contar con manglares, es el grado de estupidez e inconciencia de muchos ciudadanos que, ante la ausencia de autoridad alguna, a diario acude a tirar desperdicios domésticos, animales muertos y vivos, así toda clase de electrodomésticos inservibles.
También es admirable el nivel de negligencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno, ya que a pesar de que tienen conocimiento de esta problemática, no la combaten ni la previenen.
“Pero la solución no es limpiar los basureros clandestinos, sino educar en términos ambientales a las nuevas generaciones de campechanos, pues todos estamos contribuyendo a enfermar el medioambiente”, opinó.
El ecologista manifestó que la excusa de las instituciones gubernamentales es que, a pesar de que sí existen ingresos por los servicios ambientales que prestan los manglares y el ecosistema costero en forma general, “se tienen que cumplir reglas y que no es fácil”.
Brown Gantús insistió en que el Gobierno Federal debe investigar cuál fue el destino de los recursos multimillonarios que ha recibido el país por servicios ambientales, ya que en muy pocos foros se suele abordar el tema.
Este concepto parte de la cumbre sobre medio ambiente celebrada en Kioto, Japón, a la que convocó la ONU y en la que se reconoció que el ecosistema presta servicios ambientales y se fijaron parámetros para calcular el costo económico de los mismos.
Los países que firmaron el acuerdo, explicó el entrevistado; acordaron prestar atención a los costos que se derivan las actividades antropogénicas, sobre todo las industriales, primarias y extractivas. Ahí se reconoce que es el ecosistema el principal financiador de la civilización humana, abundó Brown Gantús.
Los Petenes, sitio Ramsar
Los manglares de Los Petenes son considerados un sitio Ramsar, título o distinción instituida en la cumbre internacional que tuvo lugar en Irán y en la que participaron los países preocupados por el acelerado deterioro del medioambiente.
En la Convención de Ramsar, que se llama así por la ciudad donde tuvo lugar el trascendental pacto, se tomaron los acuerdos que actualmente sirven de marco para las acciones nacionales y de cooperación internacional para conservar y hacer un uso racional de los humedales y sus recursos, explicó el también ex militante del Partido Acción Nacional.
Respecto a la importancia de estos sitios, Brown Gantús sintetizó: estos lugares son importantes debido a la gran biodiversidad que concentran y por conservar valiosas reservas de agua.
“Son sitios elementales para el funcionamiento del ecosistema global”, patentizó.
(Texto: Joaquín Vargas Aké / Foto: Alan Gómez)