CALKINI, Cam., 25 de diciembre.- Con la tradicional Misa de Gallo, los católicos de Calkiní celebraron el nacimiento del Niño Dios en la parroquia de San Luis Obispo, que lució complemente abarrotada.
Con solemne eucaristía, los católicos atestiguaron una año más el nacimiento del Niño Dios, ceremonia presidida por el Pbro. Juan Eliodoro Kantún Huchín, ceremonia realizada en esta fría noche en el templo de San Luis Obispo de esta ciudad, al cual acudieron numerosos feligreses para escuchar la misa.
Fue en el momento del canto del Gloria, Gloria, cuando la familia Alonso Castillo entregó al celebrante la imagen del Niño Dios, para que éste fuera colocado en el pesebre, junto a las imágenes de la Virgen María y San José, con lo que se recuerda el nacimiento de Jesús. Cabe mencionar que esta tradición se realiza desde hace ya varios años.
En su mensaje de Navidad, Kantún Huchín mencionó: “Hoy es la noche más maravillosa porque nos recuerda el nacimiento no de cualquier persona, sino del hijo de Dios, que hace la noche más maravillosa llena de paz y esperanza. Los profetas anunciaron durante muchos años la llegada de Jesús, recordamos el nacimiento de Jesús que nos permite experimentar esperanzas, recordemos que es una realidad que se actualiza; Dios es único y se entrega a nosotros. La paz de Dios se renueva y sólo nace de él la alegría, que es clave de la Navidad, la cual debe sobreponerse ante las adversidades de la vida; nos hace experimentar que Dios es la alegría que nos hace fuertes, levantar nuestro optimismo”.
“Ahora se utiliza la palabra ‘actualizar’ y es necesario actualizar la venida de Jesús; ojalá que estos principios los actualicemos: la Navidad no es una fiesta de convivencia, recordemos que Dios quiere salvarnos a través de su hijo Jesús; cuidemos la historia de la salvación; Jesús nos conoce y asume nuestra naturaleza, aprendamos a ser como él, unirnos a Jesús para ser canales de salvación, aprovechar esta oportunidad de celebrar esta Navidad 2019; asumir este compromiso, y seamos cristianos de paz y bien”.
Al terminar la misa, el prelado envió a nombre de la parroquia que preside, felicidades a los presentes y a sus familias, deseándoles paz y alegría en estas fiestas; luego se bendijeron numerosas imágenes del Niños Dios y otras, y para culminar se realizó la Adoración al Niño Dos.
Mientras el coro entonaba cánticos, la feligresía con emoción pasó al frente para realizar la adoración al Niño Dios, que fue cargado por el propio sacerdote para que los asistentes puedan pasar a venerar la imagen.
(Jorge Aké Gutiérrez)