Sin importarle que una inversión tan grande para la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR) como lo fue la construcción del Estadio de Futbol Delfines se pudre bajo el sol, el rector José Antonio Ruz Hernández pretende dejar que se caiga a pedazos la estructura para deslinde de responsabilidades.
Ubicado a un costado de la preparatoria Campus II, en la Unidad Deportiva, el estadio fue construido por una empresa deportiva de Oceanografía que creó un equipo de segunda división de fútbol y cuando se fue a la quiebra dejó el estadio.
Actualmente la estructura ya no cuenta con los techos con los que fue diseñada originalmente y las vigas de acero de color naranja muestran signos graves de corrosión por dejadez.
En la parte exterior del estadio se alcanzan a ver estos detalles que la administración de Ruz Hernández no pudo subsanar y dejó abandonado el estadio.
La cancha fue el escenario de los torneos Apertura 2013 y Clausura 2014 de fútbol en el país y aumentó su capacidad en ese año para poder albergar hasta 15 mil espectadores y así cumplir los requerimientos mínimos que exige la Federación Mexicana de Fútbol. En total desuso, el inmueble es usado como bodega y depósito de chatarra y basura.
Alrededores abandonados
Los dos accesos al estadio, específicamente el que está en la parte posterior del Campus II, se encuentra en total olvido por parte de las autoridades al mando del corrupto rector Ruz Hernández.
La maleza ha cubierto casi en su totalidad los camellones y banquetas que conforman el estacionamiento que aún es usado por personal del centro comercial de enfrente y la preparatoria universitaria.
(Texto y fotos: Redacción /
POR ESTO!)