Al caer el sol los habitantes del asentamiento irregular Arroyo de los Franceses optan por ya no salir de sus hogares ante la alta inseguridad que prevalece en la zona, sin embargo, ese no es el único calvario que les aqueja diariamente, pues la falta de agua potable también implica un gran reto que deben sortear.
Por las mañanas la inseguridad se atenúa en las calles de terracería que conforman el asentamiento irregular Arroyo de los Franceses, sin embargo, una vez que cae la tarde y empieza a anochecer la falta de alumbrado brinda a los integrantes del hampa un espacio propicio para cometer sus fechorías y asaltar al que se descuide.
Inseguridad
“La falta de alumbrado todos la sufrimos, porque lamentablemente en la anterior administración trajeron los postes, pero ya no dio tiempo que se diera la ampliación de la red eléctrica y ahora en las noches esto se pone peor que boca de lobo”, explicó la señora Angela Pérez.
Agregó que salir una vez que ha oscurecido se convierte en un acto casi temerario, pues los grupos de vándalos empiezan a juntarse entre las calles y asechan al transeúnte despistado.
“Es peligroso salir de noche, a mi hijo hace poco lo asaltaron. A veces entran los policías pero no es siempre y la mayor parte del tiempo estamos a la bendición de Dios”.
Otro problema es la falta de transporte, pues comentó que los taxistas difícilmente se arriesgan a entrar y en consecuencia los habitantes deben caminar hasta llegar a su hogar.
De igual manera, la joven Ivonne Hernández comentó: “De noche se pone muy oscuro y es peligroso salir. Una vez que llego del trabajo entre las cuatro y cinco pues ya me encierro, porque sí han asaltado a varias personas en distintas ocasiones”.
Sin embargo, ese no es el único calvario que deben sortear pues la constante falta de agua potable también complica la ejecución de las labores del hogar. “Seguido falta el agua, a veces las pipas tardan en llegar hasta un mes, en ocasiones son regaladas y en otras las venden”.
Añadió que suelen cooperarse entre cinco vecinos para adquirir una pipa de mil litros, distribuyéndose 200 litros para cada quien. “Pero no alcanza cuando hay mucha familia, ese es el problema porque no te dura ni la semana”.
Otra problemática es el exorbitante cobro del servicio de energía eléctrica por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues las tarifas promedio oscilan entre los mil 200 y 3 mil pesos. “Nos llega muy cara la luz, yo tengo que pagar mil 200 pesos y sólo tengo un refrigerador y un ventilador, pero hay vecinos a los que les llega mucho más caro”, concluyó Hernández.
(Texto: Diana Bravo /
Fotos: Ignacio Morales)