CAMPECHE, Cam., 14 de abril.- Ramos y palmas llevaron alrededor de 150 personas que gritaban aleluyas y hosannas y entonaban cantos durante una procesión para conmemorar la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén.
La caminata partió del ex templo de San José, como memoria del Domingo de Ramos, encabezada por el Obispo Francisco González González y el párroco de la Santa I. C., Francisco Velázquez Trejo, culminando la Cuaresma para dar inicio a la Semana Mayor.
“Es el comienzo de la Semana Santa, el centro de la fe de los cristianos y con ello inicia la esperanza, luz y gloria. El Domingo de Ramos nos abre la puerta a toda la Semana Mayor y lo hace litúrgicamente con la procesión de los ramos, para trasladarnos a vivir con intensidad y cercanía la semana central de nuestra fe”, aseveró el líder católico.
La misa comenzó con la bendición de las palmas y la procesión de ingreso en el templo. Así, el Domingo de Ramos rememora la entrada triunfal de Cristo-Rey en la Ciudad Santa, pocos días antes de su Pasión. “Es su última y definitiva subida a Jerusalén: este ascenso terminará en la cruz. Pocos días antes, el Maestro resucitó a Lázaro y en la ciudad había una gran expectación”.
El clérigo señaló que con esta acción inicia la Semana Santa, con lo cual ya no es tiempo de mirar a los demás y las faltas mismas, sino de contemplar el amor de Dios manifestado en Jesús; por lo que indicó que convendría que se encontrara un tiempo a lo largo de la semana para leer con tranquilidad la Pasión de Jesús en los cuatro evangelios y dejar que ese relato de amor les llegue al corazón.
“Hoy nos podemos encontrar nosotros reflejados en ese pueblo, ya hemos terminado la Cuaresma, esos cuarenta días nos han ayudado probablemente a conocernos un poco mejor, sabemos de nuestras incoherencias, de nuestras infidelidades, de nuestras debilidades, al repasar nuestra vida recordamos que ha habido momentos en los que nos hemos dejado llevar por el entusiasmo”, mencionó.
De igual manera, a la llegada de la feligresía a las afueras de la Santa Iglesia Catedral, los ramos y palmas que una vez eran regalados en la multitud para la bendición de la misma, hoy son comercializados en diferentes figuras artesanales, empleándose a menores de edad para venderlos.
(POR ESTO! / Campeche)