ESCARCEGA, Cam., 6 de mayo.- Habitantes del ejido La Victoria piden a las autoridades policíacas intervenir para que la familia Jiménez, la más numerosa en el poblado y que ha ostentado el poder de generación en generación en esa localidad, formada por decenas de familias provenientes del vecino estado de Chiapas, deje de hacer su voluntad con el resto de los residentes de la misma, antes de que se convierta en “tierra sin ley”.
“Esa familia es un verdadero peligro para los que vivimos aquí en La Victoria y no nos apellidamos Jiménez, ya que suelen arreglar sus problemas con palos, piedras y machetes, en montón, sin permitir que las autoridades del ejido o que las corporaciones policíacas hagan su trabajo, por lo que quieren tomar la justicia en sus manos, sin importar que en el camino puedan lesionar a gente inocente”, relataron a este medio de comunicación.
Pusieron como ejemplo lo ocurrido el sábado 3 de mayo, luego de que hubiera bautizos y confirmaciones en el ejido y algunos se fueran a festejar al arroyo, tal como hacía José López, alias “El Ña”, quien se encontraba bajo los influjos de las bebidas embriagantes, como a las seis de la tarde, y al pasar por ese lugar Facundo Jiménez Moreno lo insultó, por lo que ambos se liaron a golpes, perdiendo Facundo, a pesar de estar bueno y sano.
Como vieron que le habían pegado a Facundo, la familia de éste, entre ellos sus tíos Jorge Jiménez y José Juan Jiménez, quienes dirigen la iglesia católica en el pueblo, se olvidaron de las cosas de Dios y acudieron hasta la casa de “El Ña”, con la intención de sacarlo de la vivienda, arrojando para ello palos y piedras, sin importarles que varias de ellas se estrellaban contra las casas vecinas.
Como sólo encontraron a su papá, José López Martínez, de unos 55 años de edad, las mujeres y los varones, armados con palos, piedras y algunos hasta con machetes, molestos porque se les había escapado el que había puesto en su lugar a Facundo Jiménez Moreno, lo golpearon salvajemente en el rostro y en diversas partes del cuerpo.
“En los solares llovían las piedras, ya que tiraban parejo, mientras que la gente corría a esconderse. El señor que fue golpeado no vino a Escárcega a interponer su denuncia porque no tenía dinero para viajar y demandar, por lo que prefirió ir en busca de su hijo, quien se encontraba escondido porque una vez más la familia Jiménez, aprovechando que son mayoría en el ejido, quiso imponer su ley”, relataron.
Los declarantes señalaron que entre la revuelta agarraron a una persona conocida como “Tacho” Cruz Gutiérrez, diciéndole que él andaba con el que golpeó a Facundo, así que sin tener facultad para hacerlo, lo agarraron y metieron a la cárcel del poblado injustamente, pero no fue la policía del pueblo, sino ellos, quienes acudieron a pedirle la llave al comisario y éste se vio obligado a dárselas.
Aprovechando la situación, los familiares de “Tacho” aseguran que aprovechando el relajo José Alfredo Jiménez le robó los mil pesos que acababa de cobrar de su semana de trabajo, y no conforme con eso lo golpearon en el ojo, por lo que su esposa se trasladó hasta la Vicefiscalía General Regional a denunciarlos porque lo encerraron injustamente y le quitaron su dinero.
Al final, agregan, a éste lo agarraron como “chivo expiatorio”, ya que simplemente se les ocurrió erigirse como policías, sin serlo, y como tantas veces ha hecho, esa familia se hizo justicia por su propia mano, como si fueran autoridad pero poniendo en riesgo a los vecinos que nada tienen que ver en los problemas que quieren resolver sin tener ninguna autoridad, por lo que piden que las autoridades hagan algo porque esa gente está dispuesta a hacer de La Victoria un “pueblo sin ley”.
(Texto y fotos: Martín Contreras)