Habitantes del fraccionamiento Mundo Maya denunciaron el canal de aguas negras que se encuentra en la parte posterior de sus viviendas, donde desembocan los desechos de su zona, incluyendo al fraccionamiento Bicentenario, y que se mantienen encharcadas porque no han concluido la obra.
Al respecto, la vecina Joaquina Arjona relató que han contactado a las autoridades por medio de oficios, firmas y correos para que atiendan el problema que lleva dándose desde hace varios meses, incluso años, porque dejaron inconcluso un alcantarillado que conecta a todas las casas.
El asentamiento de aguas negras ha sido constante, debido al fuerte calor, el mal olor llega a todas las casas de esa parte de Mundo Maya, y a la fecha, pese a los constantes oficios mandados, no ha habido respuesta favorable.
El problema empieza a un costado del Hospital Materno Infantil y se extiende al final de Bicentenario, donde la planta tratadora de aguas negras sigue arrojando el líquido putrefacto a un canal que se hizo hace muchos años, porque se construiría una supuesta tubería.
La señora Arjona explicó que lo que ellos buscan es que desalojen el canal, le pongan la tubería que falta y lo rellenen, ya que el estancamiento ha ocasionado afectaciones a la salud, por las infecciones en la piel, y el criadero de moscos que transmiten enfermedades a los habitantes.
Desbordamiento
Asimismo, los registros también resultan inservibles, ya que se rebosan del agua negra, y las cuadrillas de servicios públicos no ha hecho acto de presencia para desazolvar y que se evite el brote.
Por otra parte, el canal empeora cuando llueve, y pese a la época de seca, la contaminación va más allá, debido a que todas las aguas negras van desembocando en la Laguna de Términos, otro fraccionamiento que se agrega a la lista de los que causan estragos ambientales en es aparte de la Isla.
La lente de POR ESTO! captó todas las fugas que se dan durante el día, y que no cesan, lo que mantiene el canal anegado de los desechos, mientras que la planta continúa en mal estado y sacando el líquido hacia el fraccionamiento.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Carlos Valdemar)