Las costas carmelitas se encuentran gravemente amenazadas por los huracanes y la erosión constante de sus playas, debido en gran medida a la propia acción del hombre que ha deforestado casi todo el litoral, dejando desolados parajes que hasta hace unas décadas se encontraban cubiertos de mangle y uva de mar, dos de los árboles costeros endémicos de la región que brindan protección a la flora y fauna de la Isla - incluyendo a los humanos que la habitamos-, ante los fenómenos meteorológicos.
Para contrarrestar la destrucción del entorno, la joven María Valeria Peniche y su papá han iniciado un proyecto que busca reforestar toda la línea costera urbana de la Isla, desde la colonia Tierra y Libertad hasta Playa Norte, con 10 mil uvas de mar, proyecto de largo plazo que desean llevar a cabo durante una década, con mil árboles cada año.
La joven carmelita destacó la progresiva desaparición de las reservas verdes de la Isla con la extensión de la manchar urbana y urgió a la ciudadanía a tomar acciones de reforestación, ya que al dejar sin árboles a la ciudad estamos expuestos a los huracanes en temporada de lluvia y a calores sofocantes en tiempo de estío.
“Buscamos reforestar con uva de mar, ‘Coccoloba uvifera’ su nombre científico, plantar alrededor de 10 mil uvas de playa desde Tierra y Libertad hasta llegar al Domo del Mar, que son aproximadamente 10 kilómetros, estamos invitando voluntarios para entregarles a cada uno una planta, para que ellos las puedan cuidan y cuando tengan una altura aproximada de un metro o metro y medio, puedan ser trasplantadas a la playa”.
Precisó algunas de las ventajas, “se eligió porque es endémica de la región y por su alto grado de resistencia a la salinidad, se plantan otros árboles que no tienen esta resistencia por lo que se secan y no sirve de nada que se reforestarlos, al elegir la uva de playa que es endémica se puede ayudar a combatir la erosión y también a bajar las temperaturas del pavimento y de la ciudad en sí”.
Valeria Peniche comentó que en los últimos años incrementan las temperaturas porque cada vez hay más pavimento que áreas verdes, “viendo fotos anteriores de la ciudad se observa que nos hemos agotado las reservas verdes que teníamos, en el Aeropuerto había y queda un poquito, igual a lado de Santa Rita, solamente queda lo que es el final de la Isla, pero lo que nos preocupa es que en la ciudad hay una sobrepoblación, y los árboles que estaban hasta hace unos años ya no, y no se plantan otros para compensar los que quitaron. La idea es llenar toda esa parte de plantas para ayudar a la ciudad”.
Finalmente, invitó a los interesados a sumarse al proyecto en redes sociales como “mil uvas de playa para el Carmen”, ya todo es voluntario y no se cobra nada por las plantas, solamente tener mucha responsabilidad para su cuidado, pues deben esperar a que tengan la altura adecuada para plantarlas, esperan que arrancando de este 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente, exactamente dentro de un año el mismo día se lleve a cabo la reforestación de los primeros kilómetros de costa.
“Por ahora las plantas tienen una altura de 5 centímetros, tienen que crecer entre 30 a 40 centímetros, aproximadamente un año, tenemos ver que crezca bien y tenga la altura deseada y ya se le entrega al voluntario para plantarla, entonces su crecimiento es rápido y puede crecer hasta 15 metros”.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)