Arturo Dzi Novelo cobra 10 mil pesos a las personas que pretenden que se les reconozca como avecindados y dos mil pesos a los hijos de labriegos
ESCARCEGA, Cam., 17 de julio.- Ejidatarios de la comunidad de Xbacab, municipio de Champotón, dijeron no estar conformes con su autoridad, Arturo Dzib Novelo, ya que a pesar de que no cuenta con su constancia de derecho agrario, ya buscó la manera de hacer negocio.
Cobró 10 mil pesos a las personas que pretenden que se les reconozca como avecindados y dos mil pesos a los hijos de ejidatarios.
Los campesinos inconformes, entre ellos Manuel Víctor Salazar, Manuel Collí, Rigoberto Canul Villanueva y Joaquín Salazar Díaz, entre muchos otros, señalaron que Dzib Novelo hace de las suyas en su asamblea, ya que en un acto de evidente ambición dio la orden que a los avecindados se les cobren 10 mil pesos para poder ser aceptados dentro de ese núcleo ejidal.
“Y algo que nunca se ha visto: pedirle a los hijos de los labriegos dos mil pesos, cuando a éstos, por el simple hecho de ser hijos les corresponde ese derecho, por lo que consideramos que se le debe poner un alto, porque nunca había llegado alguien a lucrar tanto con los campesinos, sobre todo alguien como Dzib Novelo, quien ni siquiera cuenta con su constancia de derecho agrario”, plantearon.
Agregaron que por si eso fuera poco, también se quiere adueñar de la laguna de Xbacab, ya que como están construyendo calles en el ejido, está cobrando el agua de la laguna que le están solicitando por medio de pipas, de lo cual no ha informado a los habitantes del poblado, quienes tienen derecho a saber qué clase de beneficio comunitario les va a dejar que haga este tipo de negocios a sus espaldas.
Indicaron que entre otras cosas, también se ha dedicado a sobornar a los ejidatarios, yendo a sus casas a pedirles dinero y privatizando los derechos de los ejidatarios, por lo que piden que intervengan las autoridades agrarias del Estado para indagar porque está actuando de esta manera Dzib Novelo y proceder conforme a lo que establece la ley por tantos atropellos que está cometiendo.
(Texto y fotos de Martín Contreras)