
A pesar de mantenerse en naranja el Semáforo Epidemiológico del estado y registrar cada día más casos por COVID-19, campechanos se niegan a dejar las calles. La movilidad va en incremento y con ello la posibilidad de contraer la enfermedad.
Ni exhortos, ni restricciones, por parte de las autoridades estatales y municipales, hacen que hombres y mujeres cumplan con el confinamiento producto de la contingencia sanitaria.
Las calles y avenidas del primer cuadro de la ciudad, así como el mercado, lucen como cualquier dia antes de la pandemia, lo que ha generado molestia entre quienes tratan de cumplir con las medidas impuestas.
La sana distancia tampoco es un tema a respetar. Aglomeraciones se ven en establecimientos y paraderos, sin ninguna preocupación.