Para Natalia 'N', sobreviviente del cáncer de mama en Campeche, el proceso no ha sido nada fácil: a sus 30 años de edad, ha sido sometida a seis quimioterapias, una mastectomía radical y 32 radioterapias, enfrentando en el camino duelo, vergüenza, miedo y amor, tras 387 días de haber recibido esta lamentable noticia.
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No obstante, la optimista mujer narra que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado ha sido referencia de vida, pues a un año y 22 días de que los doctores le confirmaron su diagnóstico, y desde esa fecha su vida sufrió una transformación radical, ha conocido una fuerza que antes no sabía que tenía.
“He aprendido a priorizarme, soltar, amarme y reconocerme”, señaló.
En el marco del Mes de Sensibilización de la Lucha contra el Cáncer de Mama, la institución médica del Gobierno Federal ha desarrollado con éxito acciones de prevención, jornadas de mastografías, conferencias, pláticas y testimonios como el caso de Natalia.
“Hace un año recibí este diagnóstico de cáncer de mama, siendo una persona que me consideraba con hábitos saludables, como ir al gimnasio, cuidaba mi alimentación, iba al psicólogo, y que creía priorizarme. Estaba inmersa en mi trabajo, en metas que creemos que hay que cumplir, y cuando llega el diagnóstico, lo primero que pensé fue: ¿cómo voy a cubrir esto monetariamente para salvarme la vida?”, expresó.
Fue en compañía de su padre como la joven licenciada en Diseño Industrial recibió el resultado de la biopsia el 27 de septiembre de 2024; no tenía ningún factor de riesgo, pero presentaba cuadros de estrés, cambios emocionales y ansiedad. El cáncer de mama se le presentó en etapa avanzada, con la aparición de ganglios.
Natalia ve su lucha como una oportunidad para crecer y apreciar la vida de forma diferente.
“Mi mamá siempre me ha dicho que si a mí me pasa algo ella se muere. Entonces yo, la primera emoción fuerte que sentí tras el miedo, fue la culpa de haberme enfermado, luego la vergüenza de estar enferma, a pesar de haber hecho todo por cuidarme, y darme cuenta que no siempre todo está bajo control”.
No obstante, el equipo médico del IMSS en Campeche ha proporcionado a la paciente atención integral y personalizada. Se le realizó la extirpación completa de la mama para eliminar tejido afectado y prevenir la diseminación del cáncer. Actualmente, continúa con revisiones cada 21 días.
“En el proceso perdí mi trabajo, estoy aprendiendo a vivir con los efectos secundarios, querer volver a ser independiente, hay días en que no puedo manejar, hay mareos y náuseas. Es aprender a adaptarnos a lo que conlleva el diagnóstico, que no solo son momentos difíciles, es también regresar a un mundo que exige cierto tiempo y expectativas”, comentó nostálgica.
Con una resiliencia y amor a la vida, Natalia agradeció a todo el personal del IMSS por su atención clínica y seguimiento, y pidió a las personas diagnosticadas:
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“Que el diagnóstico no te limite, la vida es todos los días. La certeza de la muerte es para todos y a nosotros nos permite verlo más claro y desde ahí decidir: vivir”.
JGH
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