
En Campeche las autoridades no han tenido la voluntad política para construir un gran museo que exhiba el pasado maya, colonial e incluso la etnografía moderna, ya que el argumento de que no existe dinero no tiene sustento porque los recursos siempre hay para invertir en proyectos museísticos, aseguró el exdirector del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Campeche.
De acuerdo con el exfuncionario federal, Antonio Benavides Castillo, por desgracia, en Campeche no se tiene la voluntad política para la construcción de un espacio que sirva para exponer todo lo que fue la civilización maya y aseveró que no hay justificación sobre el presupuesto ya que “dinero siempre hay”.
Reiteró que el dinero se tiene, pero lo que no existe o no hay es “la voluntad política para contar con un buen museo de arqueología de Campeche” en donde la ciudadanía y visitantes puedan explayarse para ver una exposición sobre Jaina, Edzná, Becán o Calakmul.
Ironizó que parece que las autoridades en la entidad todo lo ven “chiquito”, lo que calificó como una vergüenza y una pena que no se aprueben los recursos para su edificación. Dio a conocer que cuando fue director del Centro INAH-Campeche, trató de empujar para contar con este espacio museístico, sin embargo, aseveró que no se pudo.
E insistió que en el país hay dinero, aunque aceptó que es una pena que se gaste en otras cosas en lugar de espacios culturales, y planteó que el Estado merece un espacio más digno para mostrar su pasado prehispánico, colonial, así como su etnografía moderna, ya que también es importante para conocimiento de los mismos campechanos y sus visitantes.
El tema surgió a raíz de una exposición en el Fuerte de San Miguel, en donde hacían referencia a las figurillas de Jaina, de acuerdo con lo expuesto por el curador, ante lo cual justificó que lo hizo de manera didáctica, ya que con las figurillas armó las clases sociales de la sociedad maya.
Aclaró que las piezas de Jaina provienen de diferentes regiones, además de que los mayas tenían clases sociales, y eran tres en la sociedad prehispánica: la élite, la gente asociada a la élite —como fueron los especialistas o quienes desempeñaban los trabajos— y el grueso del pueblo.
Las tres clases sociales de la sociedad prehispánica, sostuvo, están comprobadas, y no solo en Jaina, sino en muchas otras ciudades de la civilización maya.