Para consolidar el manejo de residuos sólidos en la Península, es necesario contar con un sistema de incentivos que impulse el proyecto, reconozca los logros de acuerdo con los resultados y fortalezca la participación de la población.
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Lo anterior lo planteó el estudio “Manejo Ecológico de Residuos Sólidos en la Península de Atasta”, el cual enumeró cinco retos que deben cumplirse para continuar con el proyecto y lograr resultados óptimos en beneficio de la comunidad.
Entre las acciones señaladas se encuentra:
- Garantizar la permanencia del proyecto mediante la consolidación de liderazgos, el fortalecimiento de las estructuras organizativas y la transferencia total de la operación a las comunidades.
- Ampliar el proyecto a otras comunidades, fortaleciendo la capacitación y gestionando recursos para la construcción de un Centro de Acopio y una compactadora.
- Impulsar la conciencia de un consumo responsable, basado en productos locales, para minimizar el impacto de los residuos inorgánicos.
- Crear unidades de transformación que produzcan y comercialicen fertilizante orgánico, bolsas de papel aluminizado, papel reciclado y artesanías de aluminio.
- Garantizar un mercado permanente para la venta de residuos y abrir nuevos ejes de trabajo que impulsen el desarrollo comunitario.
La investigación, realizada por Carmen Osorio Hernández, concluyó que el desarrollo del Proyecto de Manejo Ecológico de Residuos Sólidos es de gran importancia para la población de la Península de Atasta, no solo por la oportunidad de generar ingresos económicos a partir de la clasificación y comercialización de residuos, sino también porque constituye una acción social relevante para enfrentar problemas de salud, contaminación del subsuelo, del agua y del ambiente en general, contribuyendo a la preservación de los recursos naturales de la región.
La experiencia obtenida en los últimos ocho años demuestra que, con voluntad y participación conjunta de las comunidades, es posible enfrentar el grave problema de la basura mediante opciones no tradicionales que protejan el medio ambiente.
Se resaltó la acción decidida y desinteresada de los alumnos y alumnas de las escuelas de la Península, quienes han dado ejemplo de compromiso con el entorno ambiental y con la mejora de las condiciones de saneamiento en sus familias y comunidades.
La solución de los problemas ambientales requiere el involucramiento de diversos sectores de la población. No basta con la capacitación; también es necesario organizar actividades en las que confluyan instituciones públicas, sociales y privadas.
La reorientación del gasto público permitió convencer al Gobierno Municipal para financiar el transporte de los residuos y, durante dos años, también los gastos de operación. Sin embargo, se cuestiona que en los últimos años ya no existe la disposición de la autoridad municipal en este punto.
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El estudio concluye que, además de la asesoría y capacitación, es fundamental contar con un sistema de incentivos que impulse el proyecto, reconozca los logros y fortalezca la participación de la población.
