
San Francisco de Campeche, como se le conoce hoy oficialmente a la capital del estado, guarda en su nombre y origen una profunda conexión con el mundo maya. Antes de la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, la región era conocida como “Ah Kin Pech”, un nombre en lengua maya que ha generado varias interpretaciones sobre su significado y origen.
Según historiadores y lingüistas, “Ah Kin Pech” se traduce comúnmente como “lugar del señor del sol y de las garrapatas”, compuesto por los vocablos:
- "Ah" que significa “señor” o "lugar"
- "Kin" que representa al “sol” o “día”,
- "Pech", nombre de una familia maya, pero también se asocia con “garrapata”, un animal simbólico en ciertas regiones del sureste mexicano.
Este antiguo nombre era el que daban los pueblos mayas al pequeño poblado asentado en la costa del golfo, mucho antes de la colonización española. En este sitio, los habitantes desarrollaron una importante vida comercial y cultural, siendo parte de la vasta red del mundo maya que conectaba a ciudades como Edzná, Calakmul y otras del área peninsular.
Fue hasta 1531, cuando el explorador Francisco de Montejo “el Mozo” fundó el asentamiento colonial, que el nombre fue castellanizado como “Campeche”, y con el tiempo se le añadió el título de “San Francisco”, en honor al santo patrono al que fue dedicado el nuevo pueblo.
Hoy, más de cuatro siglos después, el nombre Campeche sigue evocando su origen indígena, manteniendo viva la memoria de un pasado maya que aún se percibe en sus costumbres, lengua, arquitectura y tradiciones.
JY