
El resurgimiento del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) en Campeche representa una amenaza persistente para los productores, quienes advierten que erradicarlo tomará años debido a diversos factores. En solo cinco meses, los casos pasaron de 1 a 116 en siete municipios, y para inicios de junio la cifra superó los 200 casos, incluyendo infecciones en animales domésticos y humanos. Este crecimiento acelerado confirma que la plaga se está estableciendo de forma profunda y masiva.
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El método más exitoso para combatirla —la liberación de moscas estériles— aún no se ha implementado plenamente en Campeche. Productores denuncian retrasos en su aplicación, a pesar de que ya existen laboratorios en Chiapas y Panamá capaces de producir estas moscas. No obstante, establecer infraestructura local y coordinar envíos requiere tiempo y recursos.
Uno de los factores más señalados como origen del problema es el ingreso ilegal de ganado desde Guatemala, especialmente por municipios fronterizos. Aunque se instalaron cercos sanitarios desde noviembre de 2024, no han sido suficientes para frenar la propagación del gusano. Ante esto, los ganaderos se ven obligados a utilizar tratamientos frecuentes, como la ivermectina, lo que aumenta los costos y reduce la productividad.
La amenaza no se limita al sector ganadero: también afecta a mascotas, fauna silvestre e incluso humanos, lo que exige acciones integrales de salud pública. Aunque México logró erradicar esta plaga en 1991 tras casi 20 años de campaña conjunta con EE. UU., la actual reaparición implica retomar y ampliar las estrategias, esta vez con mayor coordinación:
- Producción y liberación masiva de moscas estériles.
- Refuerzo de vigilancia epidemiológica y controles fronterizos.
- Capacitación y apoyo técnico continuo a ganaderos.
- Cooperación intergubernamental, nacional e internacional.
Todas estas acciones requieren infraestructura, financiamiento y tiempo. No se trata de semanas, sino probablemente de años para recuperar la sanidad ganadera en la región.
¿Qué dicen los expertos y ganaderos?
Luis Felipe Mora Hernández, representante de la CNC en Campeche, comparte su preocupación por los tiempos operativos que exige esta crisis sanitaria:
“Esto no se resuelve de la noche a la mañana. Producir moscas estériles lleva tiempo y coordinación, y mientras eso sucede, el gusano sigue avanzando.” Su declaración refleja la incertidumbre de los ganaderos, quienes enfrentan altos costos de tratamiento y una productividad cada vez más comprometida.
Por su parte, Reyes Ramírez Padilla, del Comité de Atención Pecuaria estatal, resalta el impacto humano de esta plaga:
“Cuando el gusano barrenador ataca a los seres humanos, estamos ante un nivel crítico. Ya no es solo una amenaza ganadera; es un riesgo sanitario integral.” Su testimonio subraya la necesidad de que las estrategias incluyan un enfoque de salud pública con atención urgente, tanto en zonas rurales como en áreas urbanas.
La erradicación del gusano barrenador en Campeche será un proceso prolongado por varias razones:
- Su rápida y avanzada expansión.
- Demoras en la implementación de estrategias biológicas comprobadas.
- Fallas en el control fronterizo.
- Necesidad de una campaña sostenida y coordinada.
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Aunque se han tomado medidas iniciales, como la creación de laboratorios y apoyos federales, los productores coinciden: la recuperación será lenta, no inmediata.
JGH