
La inconformidad de los habitantes de la Península de Atasta con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha llegado a un nuevo punto de presión. A través de un escrito dirigido tanto a la directora general de la empresa, Emilia Esther Calleja Alor, como a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, los pobladores denunciaron las malas condiciones del servicio eléctrico, los abusos en los cobros y el incumplimiento de acuerdos previamente firmados con autoridades estatales y representantes de la CFE en Carmen.

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Los pobladores recordaron que el pasado 17 de julio alcanzaron un convenio con el subsecretario de Gobierno del Estado de Campeche, César Marín Reyes, y el superintendente de la CFE Zona Carmen, Guillermo Peredo. Dicho acuerdo contemplaba la sustitución de líneas, reguladores y transformadores, además de la construcción de una subestación que regulara la energía en Atasta.
Si bien reconocieron que se realizó el cambio de línea en un tramo de aproximadamente 10 kilómetros, los pobladores afirmaron que el problema persiste, porque los bajones de voltaje son frecuentes tanto de día como de noche, lo que evidencia que las medidas implementadas no han sido suficientes para garantizar un servicio digno.
Las quejas de los habitantes no son nuevas. En el mismo documento, los inconformes señalaron que los problemas datan de 2009, cuando personal de CFE retiró medidores bajo el argumento de “mantenimiento”, mismos que nunca fueron devueltos. En 2012, los relevadores de energía desaparecieron —presuntamente robados— y desde entonces el suministro decayó aún más, con constantes apagones y voltajes irregulares que afectan directamente la vida cotidiana y la economía familiar.
“Cada vez que se pedía la regularización, lo que hacían era ampliar aún más los voltajes bajos, el servicio en lugar de mejorar se deterioró año con año”, señalaron.
A esta situación se suma que muchos usuarios sí contrataron formalmente el servicio, pero nunca fueron conectados de manera adecuada por falta de cableado y transformadores. Ante la necesidad, varios hogares se vieron obligados a improvisar conexiones, situación que, dijeron, ha sido utilizada por la empresa para tacharlos de irregulares, pese a que pagan puntualmente sus recibos.
La inestabilidad eléctrica ha provocado la descompostura de refrigeradores, climas, televisores y otros aparatos que las familias adquirieron con gran esfuerzo. Por ello, los habitantes exigen que se reconozcan los daños, se repongan los electrodomésticos dañados y se regularice el servicio.
“No somos usuarios morosos ni buscamos evadir responsabilidades, pagamos nuestros recibos, pero tenemos derecho a un servicio de calidad, no vamos a aceptar tarifas altas por un servicio deficiente”, recalcaron.
Entre sus principales exigencias, los habitantes de la Península de Atasta piden:
- Regularización del suministro de energía y voltaje
- Devolución o reposición de aparatos dañados
- Borrón y cuenta nueva de adeudos derivados del mal servicio
- Negociación de una tarifa justa y acorde con la calidad del servicio
- Construcción inmediata de la subestación eléctrica prometida
UN PROBLEMA ESTRUCTURAL
La Península de Atasta ha enfrentado históricamente rezagos en infraestructura, a pesar de ser un punto estratégico para la región petrolera y pesquera de Ciudad del Carmen. En los últimos años, el tema energético se ha convertido en un reclamo recurrente, al grado de que pobladores han realizado protestas y cierres carreteros para exigir mejoras.

El documento entregado el 3 de septiembre representa una advertencia clara: la paciencia de los habitantes se ha agotado. “Estamos cansados de un servicio inestable, de promesas incumplidas y de pagar como si tuviéramos un servicio de primer nivel cuando en realidad vivimos con apagones, pérdidas y riesgos constantes”, subrayaron.
ESPERAN RESPUESTA DEL GOBIERNO FEDERAL

Si bien reconocen que la CFE no es un órgano gubernamental, los habitantes consideran que la solución pasa por acuerdos sólidos entre la paraestatal y los gobiernos federal y estatal. Por ello, solicitaron la intervención directa de la presidenta Claudia Sheinbaum, con la esperanza de que su administración atienda la problemática que, aseguran, ha sido ignorada durante más de una década.
La carta cuenta con más de una decena de firmas y números de contacto de ciudadanos que respaldan la denuncia, lo que refleja el descontento generalizado en las comunidades de Atasta.
“Queremos soluciones de fondo, no promesas en papel, Atasta merece energía eléctrica estable y tarifas justas como cualquier otro lugar del país”, concluye el documento.
JGH