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Campeche / Ciudad del Carmen

Vecinos queman motocicleta de delincuentes y reclaman seguridad en Sabancuy

Tras el incidente en que pobladores quemaron la motocicleta de unos delincuentes, vecinos de Sabancuy exigieron mayor presencia policial y patrullas, denunciando el aumento de robos y asaltos en la localidad.

Una patrulla insuficiente: Sabancuy exige mayor presencia policial
Una patrulla insuficiente: Sabancuy exige mayor presencia policial / Pedro Díaz Rivero

Luego del incidente del domingo por la noche cuando pobladores quemaron la motocicleta de unos delincuentes que habían asaltado a un hombre, la gente alzó la voz para manifestar que se sienten inseguros debido a la poca vigilancia que hay en Sabancuy, por lo que exigen a las autoridades locales que hagan las gestiones necesarias para traer más patrullas y policías a fin de que vuelva la paz.

Román Durán Hernández, vecino en la colonia Pénjamo, dijo que la delincuencia ha ido en aumento en los últimos años y se percibe con más asaltos y robos a casa-habitación, situación que pone en peligro a las familias que viven expuestas a la delincuencia gracias a que no hay elementos que hagan sus rondines de día como de noche.

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Los pobladores ya hemos perdido la tranquilidad que antes se tenía gracias a la ineficiencia de las autoridades que no se preocupan por reforzar la seguridad de las localidades, dijo.

Comentó que en Sabancuy nada más hay una patrulla de la Policía Municipal de Carmen y una de la Guardia Nacional, elementos insuficientes para garantizar la seguridad de un lugar con miles de habitantes.

Lo que hacen falta son más patrullas para vigilar el pueblo y puedan proteger a la gente por el aumento de la delincuencia, agregó, al señalar que los robos son más recurrentes incluso dentro de las viviendas y negocios.

Señaló que hurtan desde gallinas y borregos hasta motocicletas, aunado a las personas víctimas en plena calle, donde hacen falta muchas luminarias, lo que obliga a caminar en la oscuridad a merced de los delincuentes.

Hace unos años, recordó, los pobladores se unían para dar rondines de vigilancia y capturar a los ladrones, a quienes entregaban a la policía para que recibieran un castigo, pero días después los soltaban y regresaban a robar, por lo que de nada servía el esfuerzo de la gente.

Antes se amarraba a los criminales para darles un escarmiento, pero la policía llegaba, los rescataba y los soltaba calles adelante, de nada servía.