El aumento al salario mínimo y la reducción de la jornada laboral a 40 horas son medidas socialmente necesarias, pero que generarán un fuerte impacto económico, especialmente entre emprendedores y pequeños negocios, consideró el empresario petrolero, Hugo Juárez Lara, al explicar que aunque algunas empresas podrán ajustarse, muchas otras enfrentarán dificultades para sostener la nómina y los costos sociales, los cuales consideró como la verdadera carga financiera.
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El empresario afirmó que el 2025 cierra como “uno de los peores años” para el sector productivo de Ciudad del Carmen, debido a una crisis sostenida desde finales de 2023, la caída en los pagos de Petróleos Mexicanos y el incremento de costos operativos que enfrentan las empresas locales.
Explicó que, si una persona que gana 20 mil pesos realmente le cuesta a la empresa entre 33 y 34 mil. Ante este escenario, muchas compañías recurrirán al modelo de subcontratación de servicios especializados para evitar plantillas grandes en nómina, aunque recordó que los nuevos esquemas fiscales y el REPSE limitan su aplicación.
En sectores como el transporte de carga, mencionó que existen incentivos fiscales, pero no todas las empresas pueden acceder a ellos debido a la diversidad de actividades que desarrollan.
El empresario lamentó que Carmen sigue rezagado frente a estados como Tabasco, que en los últimos años han recibido inversiones en puertos, dragado e infraestructura, mientras que en la isla “solo seguimos siendo un punto estratégico por el heliopuerto”, advirtiendo que incluso ese activo podría perderse si Pemex decide trasladar operaciones.
Respecto a las expectativas para el 2026, Juárez Lara reconoció que el panorama mejora ligeramente, aunque de forma lenta. Mencionó proyectos como el de aguas profundas en Tamaulipas, que iniciarán con apenas un 10 por ciento de operación, por lo que el verdadero repunte económico podría reflejarse hasta finales de 2026 e inicios de 2027, cuando empresas extranjeras comiencen a detonar nuevas inversiones.
El empresario señaló que la incertidumbre política, jurídica y administrativa en torno a Pemex ha desanimado a compañías internacionales que antes mantenían operaciones en la región. Ejemplificó con firmas de talla global que han disminuido su presencia o se han retirado ante la falta de garantías de pago, procesos poco claros o condiciones desfavorables para invertir.
Entre los retos inmediatos, destacó el aumento constante de la inflación y el encarecimiento de insumos como el cemento y materiales de construcción, cuyos precios ya no mantienen estabilidad mensual, sino que pueden incrementar día a día.
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Finalmente, Juárez Lara explicó que muchas empresas locales se han visto obligadas a expandir operaciones fuera del estado para sobrevivir, abriendo sucursales en entidades como Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León, e incluso en ciudades de Estados Unidos, debido a la dificultad para obtener créditos, competir en licitaciones o acceder a garantías financieras desde Campeche.
