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Cultura

La educación de la salud como forma de prevención

Ivi May Dzib

Apuntes de un escribidor

IV

No hay que olvidar la influencia alemana y norteamericana en la preparación de las enfermeras mexicanas. Fue Rose Crowder, egresada de la escuela de enfermeras del Hospital del este de Illinois, quien impuso que la enseñanza de la enfermería consistía en limpieza y uso del uniforme, preparación de la unidad del paciente, tendido de camas, observación de síntomas especiales, registro de signos vitales, reporte de enfermería, baño y cambio de ropa, preparación y administración de alimentos y medicamentos, duchas, esterilización, preparación y manejo de material quirúrgico, cirugía menor, curaciones, actuación en la sala de operaciones, cuidado en cirugía abdominal y corneal y Rose Warden junto con el Dr. Eduardo Liceága, establecieron el plan de trabajo y reglamento que orientó la preparación de las jóvenes en el cuidado de los enfermos.

Si bien siempre hubo alguien que se quedara con el enfermo para su cuidado, aquí podemos ver cómo hubo la preocupación de que esa persona se formara profesionalmente para poder cubrir las necesidades del paciente, y si es cierto que una enfermera es experta en atender de manera más eficaz a un enfermo, hay que hacer énfasis en que no todo recae en ellas, en muchos casos los servicios están saturados, es entonces que para no saturar los servicios se necesitaría una educación por la salud, lo que permitiría que de alguna manera los propios ciudadanos se convirtieran en enfermeros de ellos mismos, previniendo muchas enfermedades y logrando con ello una mejora en su calidad de vida. Aunque también es oportuno decir que las enfermeras y enfermeros tienen la posibilidad, debido a su formación, de poder explicar mejor en qué consiste esta educación por la salud, por lo que se podrían unir a campañas que se organicen desde la sociedad civil o ser partícipes en su comunidad de programas de apoyo que cubran los vacíos que dejan las instituciones gubernamentales.

Porque no podemos pensar la salud como la ausencia de enfermedad, como ya hemos señalado anteriormente, los factores socio económicos, ambientales y socio culturales son también factores que influyen para que los individuos no estén sanos aunque no presenten un cuadro clínico que determine una enfermedad visible.

La OMS considera la violencia, la marginalidad, los trastornos del comportamiento alimentario, el envejecimiento, las enfermedades crónicas, la inmigración, el Sida, las drogas y el cáncer, como los grandes retos sociosanitarios más importantes a resolver en las próximas décadas de este siglo XXI. Los trastornos del comportamiento alimentario, anorexia y bulimia nerviosas, son hoy algunas de las enfermedades crónicas más frecuentes en adolescentes y mujeres jóvenes. La anorexia nerviosa es la tercera causa de enfermedad crónica en niños y adolescentes. Constituyen un problema de salud pública que exige un importante esfuerzo sanitario. La violencia en el mundo ha llegado a cotas que eran insospechadas hace unos años (Villa Andrada, 2006).

A lo anterior habría que aumentar el consumo de drogas legales e ilegales, la migración, el racismo, los crímenes de odio y otros contextos de violencia. Muchas de estas conductas surgen en lugares donde imperan los índices de pobreza. El desarrollo económico, los apoyos y avances en materia de investigación médica y los procesos y prestación de servicios sanitarios determinan el nivel de salud de una población, es por ello que ante estos movimientos socio-económicos la salud se está volviendo también un paradigma de desigualdad y no cumplimiento de los derechos humanos de los individuos. Otro hecho innegable en nuestro país es la mala administración de los recursos públicos destinados a la salud, ya que en vez de mejorar o equipar adecuadamente los nosocomios ya existentes, se sigue despilfarrando recursos haciendo inmuebles nuevos que a la larga se vuelven de nuevo en un cúmulo de problemas como son la falta de personal, la mala praxis del trabajo desempeñado, la exclusión social, la violencia verbal y psicológica a los usuarios, falta de medicamentos, personal, equipos e insumos, agotamiento del personal médico y estudiantes, mal manejo de residuos y contaminación del entorno ambiental, la situación económica del personal no basificado, seguridad deficiente en áreas particularmente importantes como cuneros y pediatría, entre muchas otras problemáticas, que no se pueden desatender, ya que hacerlo impediría mejorar el sistema de salud y por lo mismo la atención a los enfermos, además de que resolver estas problemáticas ayudará a transformar los contextos político-económicos delimitados por el capitalismo.

Continuará.

ivimayd@hotmail.com

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