Ivi May DzibFicciones de un escribidor
II
1: ¿Quién se va a quedar con la casa? Tú tienes la tuya, yo no quiero seguir viviendo con Ernesto. ¿Me podría pasar a vivir aquí?
2: ¿Qué problema tienes con Ernesto?
1: ¿Ahora resulta que te importo?
2: Solo quiero saber por qué las cosas han llegado a tanto. Dice la gente que mamá murió porque no aguantaba tantas peleas, que estaba muy preocupada por ti y por Ernesto, le decía a la gente que le preocupaba tu falta de interés por salvar tu matrimonio.
1: ¿Es en serio? ¿O sea, que mientras estábamos en el velorio toda la gente pensaba “pinche vieja puta, además de que mata a su mamá ni siquiera es capaz de llorarla”? Qué asco.
2: Por eso quiero saber qué pasa con tu relación.
1: ¿Para qué? ¿Para saber qué pensar? ¿Para comprobar si efectivamente yo la maté?
2: Estaba pensando eso que dijiste, de que nunca me importaste, y quiero saber qué te pasa. Tampoco te dejas querer.
1: Esa frase es la que siempre usaba ella. Si un hombre te golpea solo porque no estás de acuerdo con que imponga su voluntad, ¿cómo lo miras a los ojos?, ¿con qué ojos lo miras? ¿Cómo sería dejarme querer? Mamá sabía que Ernesto me golpeaba y me acusaba de no dejarme querer ¿Por qué? Todo para mí sigue estando lleno de preguntas. Todos los días me preguntaba por qué me seguía tratando así. ¿Por qué me obligaba a vivir la vida que quiso para mí?
2: Entonces te golpea.
1: Estamos separados. Ya no puede golpearme. No volveré con él. Siempre creyeron que no era capaz de hacer nada, que no podría sostenerme sola, por eso quisieron hacer de mí una inútil. Pero ya no, si hay que volver a empezar…
2: Nunca has trabajado. ¿Cómo pagarás todo?
1: Se supone que te importo ahora, ¿no?, ayúdame, deja que me quede con la casa.
2: No puedo.
1: No decías que…
2: La casa se la dejó mamá a Ernesto. Por eso quería saber qué había pasado.
1: Es como si no se hubiera muerto, como si nunca fuera a dejarme en paz. Ernesto tiene casa, solo lo hizo para dejarme como último mensaje que nunca podré con ella.
2: No estoy segura por qué lo hizo. Pero me parece que no debes dejar que eso te importe si quieres seguir adelante. Puedes quedarte conmigo, al menos un tiempo, mientras buscas algo.
1: Gracias, empiezo a creer que en verdad te importo.
2: ¿Qué crees que hará Ernesto con la casa?
1: Va a querer intercambiarla por mi vida, quiere seguir teniéndome ahí como si fuera un trofeo decorativo. Sino la va a vender, rentar, cualquier cosa, él tiene la suya. Las casas a veces solo le significan a las personas que vivieron en ella.
2: ¿Y a ti te significa la casa?
1: Odio el olor de las paredes. Me recuerdan la mayor parte de mis lágrimas.
Continuará...
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