Luis Carlos Coto Mederos
Son muy pocos los datos que tenemos del poeta repentista Francisco Otero.
Nació en el año 1934, en San Fernando de Camarones, Cienfuegos, y murió en 1994, presumiblemente en su ciudad natal.
Fue ganador del Concurso Nacional 26 de Julio, auspiciado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba.
1102
26 de julio
La luz cortó las amarras
del apóstol en su tumba,
en madrugada de rumba,
saxofones y guitarras.
Qué decapitar de garras,
de prepotencia y desaire,
era soltar en el aire
pájaros de rebelión;
era la continuación
de la epopeya de Baire.
El silencio de los muros
tuvo un himno bermellón
anunciando la erupción
de los volcanes futuros.
Sobre los mármoles duros
fue más dura la proeza,
y frente a la fortaleza
de las sombras amarillas,
eran todas las rodillas
hechas de una sola pieza.
1103
Prisión
Cuba vio su dignidad
hecha de timbres martianos,
atada de pies y manos
en dura cautividad.
Y mientras la impunidad
empujaba los aceros,
los rebeldes prisioneros
empuñando la razón,
sufrían menos prisión
que sus propios carceleros.
No pensaron los verdugos
que aquella vanguardia pura
sería hoguera futura
contra mordazas y yugos.
El pueblo afiló sus jugos
de propaganda y de acción,
y sacó su corazón
con cien alas para el vuelo,
de aquel “Presidio Modelo”,
un modelo de opresión.
1104
Destierro
México los vio llegar,
mensajeros de la vida,
con una voz repartida
que nadie pudo callar.
Fue la patria y el hogar
del valor americano,
y Cuba estrechó su mano,
firme y revolucionaria,
con la tierra solidaria
de Lázaro y Emiliano.
Preparativos, Tuxpán,
y el “Granma” venciendo millas
con ochenta y dos semillas
para una siembra de pan.
Vienen de Tenochtitlán
en pos de una tierra esclava,
y sobre la costa brava
afirman su pabellón,
¡qué hermosa repetición
de Playitas y de Duaba!
1105
La voz de la Sierra
Llegó diciembre con botas
de siete leguas, y entonces,
la bruma quebró sus bronces
sobre mis espaldas rotas.
La sangre apuró sus gotas
en la enseña bicolor,
y del brazo del autor
intelectual del Moncada
iba Cuba enamorada
de su nuevo conductor.
Mi silencio fue quebrado
con pisadas y metales
y mis frutas tropicales
fueron el pan del soldado.
El coraje desvelado,
sin párpados que cerrar,
tuvo su mejor hogar
de guerra para la guerra,
con una cama de tierra
y un techo sin cobijar.
1106
Enero
Eres un viajero anual
con zapatillas de seda,
¡qué blanca flor de alameda
llenó de luz tu pañal!
Otro nacimiento igual
por alamedas de acero,
prendió tus llamas enero
quemando el último nudo,
hoy, guerrillero y barbudo,
eres el mismo viajero.
1107
Campesino
Hoy te acuerdas de la coa
que te ampollaba las manos
como a los indocubanos
de Bayamo y Baracoa.
Cuando vida y barbacoa
eran el mismo desierto,
y tu prole al descubierto,
entre miserias y olvido,
reclamaba un pan reñido
con sabor a tiempo muerto.
Hoy para tu propio bien
estudias y te transformas,
porque con las nuevas formas
te sientes nuevo también.
Ya no hay ríos en tu sien
para cauces extranjeros,
hoy con tantos compañeros
tienes porvenir y fruto,
y eres el dueño absoluto
de una finca sin linderos.