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Cultura

Ecos de mi tierra

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La chiva de Marrero

Trajo una chiva Marrero,

ayer, a mi territorio

que tiene a un grupo notorio

de “fiñes” “al retortero”.

Uno dijo: Voy primero,

mañana te toca a ti.

Y yo que la cola vi,

también me puse a la viva:

Si es para “pasear” la chiva

no me dejen fuera a mí.

La mano yo le pasaba

por su pelo, tan sedoso

que a su tacto cariñoso

cualquiera se acostumbraba.

Cuando con ella jugaba

a quien pudiera pasar,

le decía sin chistar

con la mirada algo esquiva:

¡Aquí, empujando la chiva

que no quiere caminar!

Una tarde lloviznosa

andaba yo en el potrero

con la chiva de Marrero,

cuando me vio María Rosa.

Alta, trigueña, sabrosa,

de esas que alzan tu presión…

y en aquella “situación”

me dijo: No te hagas rollo

que yo también juego al yoyo

con el chivo de Ramón.

Como el dueño pretendía

comérsela en un banquete

por ella le di un torete

y un burro que yo tenía,

una cerveza bien fría

y de este mes el salario…

aunque exista el comentario

“que por la chiva estoy loco”

¡No me importa si provoco

la envidia del vecindario!

Carlos Ettiel Gómez Abreu

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Fábula poética II

Caballo, dime: ¿por qué

estás tú tan pensativo?

¿Quieres saber el motivo?

Pregúntaselo a Nené.

Es que yo no sé por qué

aquí me encuentro amarrado.

Estoy medio derrengado

y hasta me tienen en lista

como si fuera un “porrista”

del gobierno de Machado.

Cuando yo era de Leprija

bastante que corcoveaba,

era porque me pinchaba

con la espuela la verija.

Y Mongo dándose lija

todo el lomo me peló,

por eso veía yo

que se me acercaba el fin.

Después me tuvo Antolín

y Rogelio me curó.

Más tarde me preguntó:

Chico, ¿no has visto a Nené?

y le dije: La otra vez

lo vi que en su casa entró.

¿Por mí no te preguntó?

No, hablábamos de otra cosa.

Qué vida tan angustiosa

voy pasando en el camino.

Pronto va a ser mi destino

el pico de una tiñosa.

Ya no se acuerda Nené

cuando estaba de lechero,

me buscaba buen potrero

y nunca pasaba sed.

Por eso hoy me inspiré

a dedicarle esta “prosa”.

Con palabras cariñosas

quiero terminar mi sino

no vaya a ser mi destino

el pico de una tiñosa.

Pascual Coto Maderos

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Sucursal

Pucho, anoche me enteré

que hace un mes que te casaste.

Sí, Juan, lo hice en Tapaste.

Un buen negocio encontré.

¿Un negocio?, ¿y eso qué?

El matrimonio es genial,

una cosa sin igual;

me ha resultado tan bueno,

que te digo, Filomeno:

ya tengo una sucursal.

José Carlos Adams Olmedo

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Impetu

Hoy me impulso a caminar

tras mis sueños de utopía;

muestran polvo y osadía

mis deseos de empinar.

Por si acaso, han de tronar

sendas nubes en el cielo;

como el diablo al escarpelo,

mi razón he de empuñar;

ya en el mundo no hay lugar

para huir de mi desvelo.

Ariel Zorio Valdés

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