Luis Carlos Coto Mederos
490
Con un huevo de la cuota
El marido de Carlota,
(sin dinero para más)
hace unos años atrás
compró un huevo de la cuota.
Una caja medio rota
le puso al huevo de nido
y con un trapo mullido
bajo la capa solar
logró el pacto singular
de un pollo rubio y fornido.
Se hizo gallina (contrario
a lo que pensó Carmelo),
más con las piedras del suelo
ponía un huevo diario.
Así obtuvo el honorario
para comprar una vaca,
que estaba muerta de flaca,
y la amarró en el potrero,
a riesgo de que un cuatrero
dejara sólo la estaca.
Un toro le despertó
los vacunos apetitos
y sus pezones marchitos
se hicieron rojo punzó.
¡Quién te dice que engordó
y en dos años y seis meses,
fue mi amigo un par de veces
con dos novillas premiado!
Así compró un potro usado,
tres puercas y otras dos reses.
En un coche, a medio peso,
puso el caballo a rendir,
las tres puercas a parir
y las vacas a dar queso.
Llenó sin ningún tropiezo
su bolsillo, gota a gota.
Y hoy, cuando “coge una nota”,
le recuerda al vecindario:
¡Cómo se hizo millonario…
con un huevo de la cuota!
Carlos Ettiel Gómez Abreu
491
Tomeo
¡Tremendo viaje que diste!,
yo me alegro mucho, Dalia.
Muchas gracias, fui a Italia
y jamás me sentí triste.
Y ¿cuántas ciudades viste?
Estuve en Roma, con Nino,
Milán estuvo divino,
también fuimos a Tomeo.
¿Eso es ciudad?, no lo creo.
En italiano es Torino.
José Carlos Adams Olmedo
492
El jueguito de Esperanza
Esperanza descubrió
con más de ochenta cumplido
Un juego muy divertido
que se llama dominó.
Esta historia comenzó
estando a oscuras un día,
por una gran avería
en un ciclón de verano.
Pero pa’ ella, mi hermano,
está oscuro todavía.
Una amistosa vecina
el jueguito trajo a casa
y Esperanza el día pasa
jugando en cualquier esquina.
De la sala a la cocina
ya no le queda un rincón,
pero su predilección,
lo que más le gusta a ella,
es tener una querella
con Perico en el balcón.
Eso me tiene asustado
y no es cosa de capricho
porque Esperanza me ha dicho
que Perico le ha ganado.
Yo hasta la he consolado
y le di una buena clase
para evitar que él la pase
y no la deje jugar,
pero a ella sin chistar
le gusta lo que él le hace.
Han hecho buena pareja
el Perico y la Esperanza,
ya existe mucha confianza
y Esperanza no se queja,
parece que ya la vieja
ha erradicado su mal
y en el partido inicial
pone las gordas primero
y como golpe certero
el doble blanco al final.
Abel Morejón Galá
493
Décimas de Bilisa al mozalbete
que soltó una ventosidad
Con ese tono tan grato
has dejado complacido
no solamente al oído,
sino también al olfato.
A todos un bello rato
nos has dado al prepararte;
y si he de significarte
en tal paso mi sentir,
digo que te puedes ir
con la música a otra parte.
Pruebas convincentes das,
galán mío en lo que cantas,
que tan sólo te adelantas
en el concierto de atrás.
Si prosigues como vas,
bien merece tu trabajo
todo obsequio y agasajo,
aún inferir es forzoso,
que como eres vergonzoso
te explicas en tono bajo.
Anónimo