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Cultura

Ecos de mi tierra

Juan Clemente Zenea

El libro Poesía, de Juan Clemente Zenea, publicado por la Academia de Ciencias de Cuba está prologado por José Lezama Lima. En dicha colección de poemas, el gran intelectual habanero asegura que Zenea pertenece a los “dioses mayores” de la poesía cubana. “Su aporte –dice– trasciende los límites de lo literario, es un corporizador de la naturaleza invisible o fugitiva brisas, crepúsculos, nubes, soledad, tormentas. Hay en casi toda su poesía como la secreta impulsión de quien va a su destino de destrucción”.

Juan Clemente Zenea nació en Bayamo, en 1832, y murió fusilado por el gobierno español en los fosos de La Cabaña, La Habana, el 25 de agosto de 1871, debido a la actividad patriótica que desplegara desde su juventud en favor de la causa de la libertad cubana.

Es el autor del conocidísimo poema romántico “Fidelia” y sólo usó la forma de la décima en raras excepciones, como la que proponemos a continuación.

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El dolor de los dolores

Desfalleces, dueño mío,

sin que mi voz te conmueva,

como la flor que se lleva

el raudo curso de un río;

tu rostro serio y sombrío

perdió sus frescos colores

y en tan crudos sinsabores

condolido de tu llanto,

voy conociendo entre tanto

el dolor de los dolores.

Ayer me acuerdo, alma mía,

que, adorándote de hinojos,

en los rayos de tus ojos

mi espíritu se encendía;

empero, pasó ese día

de brillantes resplandores,

y tú, sedienta de amores,

bebiste muy atormentada,

en la copa envenenada

el dolor de los dolores.

Tras un pesar sin segundo

yo te vi, mi dulce amante,

como ve la gaza errante

el cielo del nuevo mundo;

y al cruzar el mar profundo

de incógnitos sinsabores,

pensabas curar con flores

las aflicciones del alma,

y apuraste en triste calma

el dolor de los dolores.

Yo lloraba, mi querida,

en tal situación al verte,

y me olvidé de la muerte

para pensar en tu vida…

Fue mi ilusión sorprendida,

declinaron mis amores,

perdió el sol luz y colores,

sólo el viento gime y zumba,

y al fin conozco en tu tumba

el dolor de los dolores.

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