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Cultura

Remake teatral

Fernando Muñoz Castillo

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Los chicos de la banda es otra de las obras que han regresado a escena, ahora bajo la dirección de Pilar Bolíver, con excelente grupo de actores, en una puesta en escena que hace, sin que el público lo sienta, una revisión de conductas y de esquemas en el mundo homosexual del siglo XXI.

Sabemos que la obra la reescribió su autor Mart Crowley para su reestreno en Broadway, y no dudamos que Pilar Bolíver haya ajustado la tragicomedia, para la reposición en México.

El estreno de esta obra en México fue dirigida y adaptada por Nancy Cárdenas (+) en 1974, con el siguiente elenco, de los cuales muchos han fallecido ya: Sergio Bustamante, Sergio Jiménez, Miguel Angel Turrent, Arsenio Núñez, Ricardo Cortés, Juan Allende, Carlos Cámara y compartiendo el mismo papel Sergio Corona y Alejandro Aura.

Por último, para celebrar los primeros 25 años de su estreno, Gonzalo Valdés Medellín dirigió su propia obra “A tu intocable persona”, cuyo título es un homenaje a Salvador Novo. Esta obra es la primera escrita en nuestro país que subió a escena manejando el tema del SIDA. Antes, ya habían subido otras obras de autores norteamericanos.

Esta obra fue muy satanizada en su momento, ya que en algunas funciones los actores tuvieron sexo in situ, y además manejaba la enfermedad del siglo XX, con personajes mexicanos y jóvenes. Indudablemente, la obra tiene tintes autobiográficos. El texto de Gonzalo se publicó, también, en su versión novelada.

El trabajo de Valdés Medellín fue criticado por sus denostadores, ya que como crítico de teatro del periódico Uno más uno y de su suplemento Sábado, no dejaba títere con cabeza. De eso se agarraron sus detractores y se armó la de Dios es buena.

Siempre este tipo de zafarranchos es divertido y esclarecedor, enriquece a la obra y la apuntala para que asista más público.

La obra duró varias temporadas en diferentes espacios teatrales.

Si pensamos en el teatro que se presentó en Mérida este año, lo único que se puede mencionar es el espectáculo de cabaret de Roberto Franco y su personaje la drag queen Doddy Maleanta.

Lo demás que subió a los escenarios con este tema, fue llevado por los mismos travestis de siempre, con sus mismos chistes y canciones. Bueno, hubo un cambio: más leperadas de mal gusto porque no tienen ni pies, ni cabeza.

Ni Francisco Marín, quien es el que más ha manejado este tema en nuestros escenarios con gran acierto y calidad, dirigió nada en este rubro.

Tal vez el próximo año, para cerrar la década, se hagan revisiones serias sobre el tema y sus ramificaciones, así como sus alcances actuales y la postura de las nuevas sociedades ante esta signación sexual.

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