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Cultura

Amor, en fin, que todo diga y cante

José Díaz Cervera

(dos sonetos sabatinos)

Glosa del rayo en otro espejo

Me mandaste un whatsapp, y tan amargo…

con un emoticón incomprensible

que no supe leer con mi terrible,

analfabético mirar de pargo.

No comprendo esos signos. Mi letargo

se ha vuelto mineral y aborrecible;

soy una aplicación indefinible

y me redime el tiempo, sin embargo.

Pero al mirar tu mala ortografía,

tus esdrújulas, piedras sin acento,

se me resbala el software de las ganas.

Ya no tengo señal. Se angosta el día.

Ya mi memoria ram es un jumento:

se congelaron todas las ventanas.

Glosa barroca

Esta tarde, mi amor, una señora

preguntóme cuál es la diferencia

entre un áifon y un áipad. ¡Qué imprudencia!

No distingo un espejo de una espora.

No me desvela el tiempo ni demora

pues sé que polvo y humo es la existencia,

un gongorino afán de persistencia:

un blog, un chat, el ínstagram, la aurora.

Sombras somos mirando una pantalla

que sombra es de otra sombra endurecida

en el hardware siniestro de la usura.

Mi amor es para ti sólo quincalla:

una memoria llena, una app vencida;

una vieja laptop sin compostura.

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