Luis Carlos Coto Mederos
Benito Estrada Fernández
I
Prestigioso intelectual, que en la provincia de Camagüey ha formado a varias generaciones de escritores. Actualmente es el Vicepresidente de la UNEAC de Camagüey.
Nació en la provincia de Holguín en 1945.
Ha obtenido más de veinte galardones provinciales y nacionales en décima, poesía, literatura infantil, testimonio, ensayo, crónica, novela y cuento.
1708
Hasta pronto
…y se me quedó clavada
la patria en los ojos míos.
Luis Orlando Pantoja
Hasta pronto, ¡patria mía!
Turquino hermoso y altivo,
me llevo tu verde olivo
a cruzar la mar bravía.
Hasta pronto, ¡que este día
por siempre vivirá en mí,
porque de rojo-mambí
en mi pecho va Fidel
junto con Carlos Manuel,
el Che Guevara y Martí!
Hasta pronto, ¡madre Sierra!
¡Ya tu altura el cielo muerde
y de mis ojos se pierde
tu color de verde tierra!
¡Hasta pronto!, que la guerra
me llama para hacer paz:
pronto, muy pronto estarás
conmigo en la tierra hermana
y de la sierra angolana
un continente serás.
Hasta pronto mariposa,
flor de julio, flor de enero,
flor de octubre, flor de acero:
flor de la América hermosa.
Ya el aire marino roza
la popa; y por estribor
el azul, puro color,
óvalos blancos enseña
mientras mi palma trigueña
lanza sus besos de amor.
¡Hasta pronto mi sinsonte!,
–violín del amanecer–
tus trinos he de volver
a escuchar desde mi monte.
Dibuja allá el horizonte
su caída colosal,
y este largo manantial
hace de hermosa vertiente
transportando el combatiente
al suelo internacional.
1709
Primera noche en el mar
La luna queda prendida
en ondulantes espejos,
las sombras se marchan lejos
a evitar la despedida.
Una estrella va escondida
en la nube pasajera,
y el beso de mi sitiera
por la proa se abalanza
mientras mi guitarra lanza
una nota guerrillera.
1710
Amanecer marino
En forma de caracol
húmedo, la madrugada
se tira de una palmada
para saludar el sol.
Lanza mareado bemol
una guitarra guajira,
y tiende su cachemira
el horizonte de seda
sobre la azulosa rueda
del océano que gira.
El barco es una pelota
que retoza en alta mar
y la mente es un cantar
que vuela en una gaviota.
La distancia queda rota
como muñeca de cera,
y el aire se desespera
porque las olas parecen
mil hamacas que se mecen
al vaivén de una palmera.
1711
Luanda
Gaviota en vuelo seguro
con las alas extendidas
desbrozas las avenidas
en tránsito hacia el futuro.
Los escombros de aquel muro
que marchitaba tus ojos
se arrastran como chipojos
nerviosos en las cunetas
al toque de las trompetas
que anuncian los tiempos rojos.
1712
Camarada Neto
Que nadie amarre su mano
cuando la selva despierta,
que nadie cierre la puerta
camino del altiplano.
Bajo el pétalo del llano
la tierra va a madrugar:
viva en sus labios amar
y en sus poemas el hombre;
que nadie diga su nombre
sin primero disparar.
1713
Camino del abuelo
La distancia no ha borrado
las pisadas del abuelo
y hasta en la humedad del suelo
esperan al desterrado.
El tiempo paralizado
en los sueños de este monte
despierta en el horizonte
del continente que llega
y en cada selva despliega
el canto de su sinsonte.