Jorge Canto AlcocerAnte el clamor de la afición, la Liga regresa al sistema tradicional
La afición se manifestó de manera contundente durante todo el año. En redes sociales, en los estadios, en los cafés, de todas las maneras posibles, el clamor de la afición contra el invento de los dos campeonatos fue extendido, generalizado. Cronistas, periodistas, comentaristas nos dividimos un poco, pero me atrevería a decir que más del 90 por ciento de quienes nos ufanamos por escribir con libertad y amor a la pelota caliente rechazamos también el nefasto experimento. Javier Salinas, de quien unos dicen es el padre del engendro, y otros que sólo fue un testaferros de los presidentes, cantaba loas un día sí y otro también a la ocurrencia; mostraba cifras alegres –sin un sustento real, pero ya sabe que el papel y el micrófono aguantan todo- del éxito económico y deportivo. Pero desde el pasado 5 de septiembre, cuando la Asamblea General de presidentes del circuito votó por UNANIMIDAD por restablecer el campeonato anual, Salinas se ha hecho chiquito, se ha dedicado a una absurda campaña de manotazos con el presidente de la Liga Mexicana del Pacífico y ha evitado el tema. Lo cierto es que los nuevos tiempos, los de la participación popular, construcción democrática y transformación llegaron también al béisbol mexicano, y los propietarios de los equipos ¡AL FIN! nos escucharon y echaron al bote de la basura el proyectito de marras.
Atrás quedaron las decenas de lesiones, las bajas de rendimiento, la tremenda cambiadera de peloteros, la total y absoluta falta de respeto a la tradición y a la fanaticada. Hoy, con enorme alegría, podemos exclamar ¡HASTA NUNCA “TEMPORADA FALSA”! ¡No te queremos volver a ver por aquí!
El anuncio se hizo, como acabamos de comentar, hace unos pocos días, paradójicamente poco antes del inicio de los playoffs de la temporada inventada. Cuando escribimos estas líneas, ya los Guerreros de Oaxaca están por iniciar su primer compromiso contra nuestros Leones en el Kukulcán; mientras que en el “Fray Nano” ya los luciferes le hacen los honores a los Pericos de Puebla; en Monclova, los Acereros intentarán hacer valer su condición de favoritos frente a los Tecolotes de los Dos Laredos, y en Tijuana, en lo que parece la serie más pareja, los Toros reciben a los Sultanes de Monterrey.
Es béisbol, señores, y ya sin la “mala leche” de la invención “futbolera”, nos animamos a pronosticar. Si bien Leones defiende la corona, lo cierto es que el equipo del campeonato otoñal poco tiene que ver con el que nos hizo vibrar hace apenas unas semanas. Sin embargo, como comentamos la semana pasada, finalmente se logró conjuntar un staff muy respetable, que los debe hacer pasar sin lío sobre los Guerreros de Oaxaca. Yoanner Negrín, Jorge Reyes, César Valdez y José Samayoa pueden vencer en el mínimo tiempo, o tal vez en un máximo de seis partidos, a unos bélicos que desde hace varios años nada pueden contra los peninsulares. La rotación oaxaqueña no tiene profundidad, su relevo es francamente deficiente y su tapón… bien, gracias, hace tres semanas que no tira una pelota. Incluso el bateo, generalmente lo mejor de la tribu, tampoco está a la altura, así Yuniesky Betancourt y Dustin Geiger traigan muy buenos números.
La otra serie sureña también luce de un solo lado. Los escarlatas capitalinos tienen un conjunto bien plantado, con buen pitcheo, buen bateo y apreciable defensiva; en tanto que Pericos vivió la inestabilidad de los cambios y las lesiones, destacando tan sólo por alguna buena racha y por el que el resto de los equipos pasó por peores cosas. Tampoco creo que esta serie llegue al límite.
Las cosas de la “temporada falsa” estuvieron tan mal, que los boletos para estos juegos incluso se regalaron con los abonos del próximo año. No se esperan, pues, al menos en esta instancia, los grandes llenos de una verdadera postemporada. De cualquier manera, daremos seguimiento puntual, ya sin tristezas ni resentimientos, al colofón de este invento que tantos dolores de cabeza dio al béisbol, a sus jugadores y a su afición.