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Se espera reñida competencia en la Zona Sur

Jorge Canto Alcocer

 

Leones inició la temporada 2019 con el pie izquierdo. Juegos apretados y titubeantes actuaciones de dos de los principales relevistas cortos del equipo, y el campeón de la primera temporada 2018 aún no sabe lo que es ganar. ¿Aspectos positivos? La actuación de Negrín fue simplemente formidable, la mejor hasta ahora de un abridor en toda la Liga; los refuerzos Geiger y Rosa han hecho buenos contactos, aunque su producción ha sido raquítica; “Pepón” Juárez ha estado en “Pepón”… y hasta ahí acabaron las buenas noticias. Del lado negativo: tres dolorosas derrotas, todas cocinadas en las últimas entradas, todas debidas a pésimos relevos y, por ende, malas decisiones del mánager Rivera. No haremos una hoguera ni pediremos la guillotina, pero Leones empezó de la peor manera posible… y la necesidad de comenzar a remar contracorriente es imperiosa.

De cualquier manera, se espera una espectacular entrada este martes cuando se cante Play Ball en el Kukulcán, y José Samayoa abra su primer partido inaugural en casa para enfrentar a los temibles Diablos Rojos del México, quienes tampoco empezaron en buena forma y perdieron la serie inaugural de su fantástico Estadio “Alfredo Harp Helú” y, para colmo de tristezas, frente a sus archirrivales Tigres de Quintana Roo. Justo son estos dos equipos, a los que se suman los campeones defensores del Sur, Guerreros de Oaxaca, quienes, al menos en el papel, lucen como los más serios contendientes, con los nuestros, a la Corona de la División.

Desde nuestra óptica, estos cuatro equipos, a los que podemos llamar “los grandes”, están bastante balanceados, y ninguno de ellos se despega del resto como para augurar que se robará la temporada. Nuestro pronóstico es que, si las cosas funcionan con lógica –algo raro en el Deporte Rey- estos cuatro conjuntos pelearán palmo a palmo el liderato, y terminarán calificando a los play offs. ¿Posiciones? Leones destaca por la solidez de su pitcheo abridor y la profundidad de su relevo –ajá, diríamos “a toro pasado” tras esta primera serie-, pero su bateo y defensa no destacan gran cosa; Tigres armó una ofensiva versátil y poderosa, pero su staff tiene sus asegunes; Diablos alinea una fila de asesinos en su orden al bate, pero tiene un pitcheo de tira y agáchate; Guerreros presenta un pitcheo intimidante, pero un bateo que no asusta a nadie… Veamos los detalles.

Pitchear y defender a los Tigres cancunenses será todo un reto: encabezados por el velocísimo Justin Green, a quien secunda nuestro conocido Rubén Sosa, esta alineación presenta también su lado explosivo con el concurso de los mexicanos Brian Hernández y Manny Rodríguez, y de los refuerzos Frank Díaz y Yosmany Guerra. De Campeche vino el excelente zurdo Jorge Castillo, a quien complementan el veteranísimo Pablo Ortega, el ex-melenudo dominicano Carlos Frías –con discreta actuación el año pasado- y un Javier Solano que gana con consistencia, pero también recibe trancazos con contundencia. Su preparador es Raúl Barrón, quien ya fue cerrador estelar, y su taponero es Brandon Cunnif, quien el año pasado hizo esa labor, con poco éxito, en León. Ofensiva poderosa, veloz y experimentada son las marcas de la casa; el pitcheo la duda.

Los Guerreros de Oaxaca, equipo propiedad, como los Pingos, de Alfredo Harp, presentan una baraja de abridores muy interesante. La encabeza el debutante dominicano Esmil Rogers, quien apenas el año pasado vistió el uniforme de los Yanquis y, sobre todo, tuvo impresionantes números como abridor en la principal sucursal neoyorquina. Es probablemente el debutante con mayor palmarés en la campaña, por lo que se esperan muchas cosas de él. Lo acompañan los nacionales Alex e Irwin Delgado, y Ruddy Acosta, todos ellos pitchers fuertes, fajadores del montículo. Para el final del juego están el dominicano Juan Sandoval, quien ya fuera cerrador con Diablos, y el debutante venezolano Miguel Socolovich, quien en 2018 alineó con los Bravos de Atlanta. En el bateo, apuntamos a los debutantes dominicanos Diego Goriz y Moisés Sierra –este último con muy buenas estadísticas en Triple A norteamericana- así como al norteamericano Alonzo Harris, quien el año pasado tuvo una buena temporada con Tigres.

Los Diablos Rojos del México reforzaron un tanto su pitcheo, aunque el madero sigue siendo su fuerte. Para el montículo repiten el norteamericano Patrick Johnson, quien obtuvo 12 éxitos el año pasado, y los mexicanos David Reyes, Arturo López y Octavio Acosta. A este buen grupo de abridores se sumó el también estadounidense Matt Gage, un joven zurdo del que siempre se han esperado grandes cosas, pero que no ha dado el ancho en las sucursales gringas. Probablemente su llegada a México sea definitiva para su carrera, aunque para continuar deberá reponerse de la tremenda inflamación de oídos que le dejó la tranquiza que los Tigres le pusieron el primer día de la temporada. Viene como cerrador el dominicano Pedro Beato, quien está recién desempacado de los entrenamientos de Grandes Ligas, donde estuvo a nada de quedarse con los Filis de Filadelfia. Por otra parte, el bateo escarlata es, como de costumbre, espectacular, destaca el retornado Japhet Amador, debuta con la franela el experimentado Jorge Cantú, y continuan bates de confianza, como Carlos Figueroa.

La temporada promete, pues, muchas emociones. Para las primeras en Yucatán nos veremos esta misma noche en el “campo de los sueños”, el maravilloso Kukulcán… ¡Qué emoción!

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