LONDRES, Inglaterra, 17 de agosto (AP).- Cuatro meses después, el videoarbitraje le negó al Manchester City otro agónico gol ante Tottenham.
En un dramático partido de la Liga Premier en el estadio Etihad, Gabriel Jesús pensó que había anotado el gol de la victoria en el segundo minuto del alargue, cuando remató un balón que le quedó a merced de sus pies tras un tiro de esquina. El delantero brasileño saludó y bailó frente a los eufóricos aficionados del City, sin percatarse que el árbitro había sido informado que la jugada se encontraba bajo revisión.
El VAR, estrenándose en la Premier esta temporada, dictaminó que el balón había alcanzado a Jesús tras un desvío del brazo de Aymeric Laporte cuando el defensor del City saltaba para cabecearlo. Un cambio en las reglas indica que se debe señalar una falta si se anota un gol tras una mano accidental.
La anotación fue invalidada, para el enojo de Jesús y los hinchas del City. El partido terminó 2-2, luego de más de 10 minutos en los que Tottenham rara vez amenazó a los locales. Algo similar le sucedió a City hace cuatro meses, esa vez en los cuartos de final de la Liga de Campeones. En aquella ocasión, el VAR anuló un gol de Raheem Sterling en el tercer minuto del alargue, dejando fuera al equipo de Pep Guardiola.
Guardiola no quedó abatido como en abril.