
La Máquina no solo obtuvo su séptimo título continental, sino también la recompensa económica más grande en la historia de la Concachampions y un boleto directo a competencias mundiales.

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¡Cruz Azul campeón! Golea a Vancouver, va al Mundial y empata al América en títulos de Concacaf
El premio que puede cambiar la historia cementera
Este domingo 1 de junio, Cruz Azul se enfrentó a los Vancouver Whitecaps en una final que vale mucho más que honor y prestigio. La conquista del séptimo título de Concachampions representó para La Máquina no solo igualar al Club América como máximo ganador del certamen, sino también embolsarse la cifra más alta jamás otorgada en esta competencia.
El premio económico para el campeón asciende a 4 millones de dólares, una suma récord que refleja el crecimiento y la profesionalización del torneo continental bajo la nueva estructura de la Concacaf.
Una bolsa millonaria que marca precedente
Los 4 millones de dólares destinados al ganador representan un incremento histórico respecto a ediciones anteriores, convirtiendo a la Concachampions 2025 en la más lucrativa de todos los tiempos.
Más que dinero: boletos a la élite mundial
Pero la recompensa trasciende lo económico. El equipo campeón obtuvo beneficios que podrían valer mucho más que los 4 millones en premios:
Copa Intercontinental 2025
El ganador aseguró su participación en la Copa Intercontinental, donde se medirá contra campeones de otras confederaciones en una competencia que promete gran nivel y exposición internacional.
Mundial de Clubes 2029
La clasificación automática al Mundial de Clubes 2029 garantiza participación en el torneo que se disputará con formato renovado de 32 equipos, representando oportunidades económicas y deportivas incalculables.
Para La Máquina, esta final representó la oportunidad de escribir una página dorada en su historia. Con siete títulos en su palmarés (1969, 1970, 1971, 1996, 1997, 2014 y 2025), una victoria que los colocó en co-liderazgo histórico junto al América.
Los cementeros aprovecharon la ventaja de jugar en casa ante su afición, buscando capitalizar el apoyo de la hinchada para lograr lo que sería su primer título continental en más de una década.