Anathanay Tijerina, es la dueña de un perrito de raza shihtzu, de casi dos años de edad, dijo a través de un escrito que difundió por redes sociales; que acudió a la estética Pelos y Patas para que a su mascota le hicieran alaciado y cepillado en su pelo; sin embargo, la atención desde el inicio se tornó hostil. El establecimiento se ubica en una plaza de Reynosa, Tamaulipas.
Pero la mujer agrego que horas más tarde de que dejaron al can para que le hicieran los servicios antes mencionados, la encargada de la estética avisó por teléfono a la dueña de la mascota que podían pasar a recogerla, que su servicio de baño y cepillado había terminado. Sin embargo, fue cuando los problemas iniciaron cuando le querían dar a otra perrita en lugar de ‘Granada’, ya que había dos ejemplares de la misma raza.
La mujer asegura que dejo pagado el servicio con anticipación para que su madre acudiera por la mascota sin dificultades; sin embargo, señala que el esta estética canina le suministraron un tranquilizante al animal (llamado Granada) sin siquiera solicitar el permiso de la mujer, e incluso afirma que le quería entregar la mascota a otra persona.
Fue cuando se inició una riña verbal y como siguiente escenario fue presuntamente la encargada del lugar quien cerró la puerta con llave de lo que parecía ser el local y se negó a abrir, por lo que la mujer como último recurso decidió romper de una patada la puerta de cristal de dicho establecimiento.
“Al ver que ella no me abría, me salieron las fuerzas de Hulk y pues que quiebro la puerta con unas patadas voladoras exponiéndome a cortarme y mi madre igual y zaz culebra que nos liberamos de las garras de Cruella de Vil”, así lo dijo la dueña de un perrito; misma que asegura que le querían robar a su mascota.
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NR