JERUSALÉN, 30 de junio (AFP/Sputnik).- Dos altos funcionarios estadounidenses asistieron el domingo en Jerusalén Este a la inauguración de un sitio arqueológico, realizada por una asociación ultranacionalista israelí, presencia que rompe con la práctica diplomática relativa a la colonización y el sector palestino ocupado por Israel.
Jason Greenblatt, asesor del presidente Donald Trump, y David Friedman, embajador en Israel, acompañaron a los funcionarios israelíes a una ceremonia en la que se descubrieron los hallazgos arqueológicos en Silwan, un vecindario palestino ubicado contra los muros de la Ciudad Vieja, y escenario de tensiones permanentes entre los residentes palestinos y colonos judíos.
Allí la Asociación Elad -cuya meta es “fortalecer la presencia judía en Jerusalén Este- puso al descubierto un camino subterráneo utilizado hace dos milenios para las peregrinaciones al Segundo Templo Judío.
Las críticas palestinas a la participación de los funcionarios estadounidenses fueron refutadas por el asesor presidencial Greenblatt.
Ellos afirman “que nuestra participación en este evento histórico apoya la judaización de Jerusalén y es hostil a los palestinos. Ridículo”, escribió en Twitter el asesor de Trump.
La ceremonia provocó duras críticas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), así como de varias ONG israelíes de izquierda, que afirmaron que la apertura del camino afianzaría aún más la presencia israelí en las partes orientales de la ciudad, que los palestinos esperan que algún día sirva como su capital.
Los palestinos acusan a Israel y la Fundación Elad de tratar de expulsarlos de Jerusalén.
El Ministerio de Relaciones Exteriores palestino condenó “con la mayor firmeza los planes colonialistas de cambiar la realidad en la Jerusalén ocupada y en los alrededores de la ciudad vieja”.
La ONG israelí Emek Shaveh, que lucha contra el uso de la arqueología al servicio de la colonización, también criticó la presencia de funcionarios estadounidenses en la ceremonia.